One-shot III: Under the rain

336 42 0
                                    

Tomando en cuenta la teoría del filósofo Thomas Mann, no hay dudas de que si hay algo que nos diferencia de los animales es el hecho de poder fallar, equivocarnos o cometer errores es lo que por alguna razón nos hace humanos y es algo muy común, especialmente cuando el sol no brilla y el clima es frío y húmedo. Llovía esa tarde, por lo que Malcolm estaba molesto no solo porque las noticias habían predicho mal el clima para ese día, sino que también estaba molesto consigo mismo, pero Reese, en cambio, se había confiado en la idea de que el clima sería bueno y no cambiaría, ahora no podía parar de reír, lo cual era imposible de contener ya que ambos estaban empapados por la fuerte lluvia.

-Hey, mira el lado positivo de todo esto-le dijo Reese a su hermano menor-si nos enfermamos, no tendremos que ir a clases-

Ahí estaba, siempre queriendo buscar algún motivo para faltar a la escuela y ese comentario solo hizo que Malcolm se molestara más porque no podía creer lo que decía su hermano.

-Agh ¿podrías tomar algo en serio alguna vez?-le preguntó-odio la lluvia y además, no tenemos impermeables-

Reese prefirió no hacerle caso y salió del techo de la escuela, no tenían monedas para usarlas en el teléfono público, además sus padres estaban trabajando por lo que no podían ir a recogerlos y Dewey no estaba en casa. Un problema vino tras otro y aunque todo eso tenía solución, Reese simplemente lo tomó de la mano y lo arrastró de regreso a la tormenta.

-Vamos, caminemos, no estamos lejos de casa.

Malcolm lo miro como si estuviera loco o algo así, su hermano nunca dejaría de lado esa sonrisa tonta y el menor pudo sentir mariposas en el estómago al ver las gotas de lluvia caer de su cabello en puntas.

-¿Q-qué? ¡no! ¿acaso te volviste loco?-dijo Malcolm apenas logró salir de su trance y caminó de regreso al techo de la escuela para estar a salvo de la fuerte lluvia que no dejaba de caer por alguna razón-¡no voy a caminar bajo la lluvia!-

-Oh, por favor ¡no empieces! Anda ¿quieres?-le suplicó Reese mientras volvía a intentar tomar la mano de su hermano menor para volver a arrastrarlo de regreso a la tormenta-¿desde cuándo la lluvia nos ha impedido hacer algo divertido?-

En ese momento, Malcolm comenzó a recordar cuando eran niños y habían salido de la casa en una noche lluviosa porque uno de sus experimentos se había arruinado durante una pelea, por lo que ambos salieron a jugar en el lodo con Francis, sus padres habían salido poco después pero permanecieron refugiados como pudieron en el techo del jardín trasero. Al recordar eso, no pudo evitar sonreír también, así que dejó de lado sus preocupaciones y su lógica para comenzar a seguir a su hermano.

No quedaba mucha gente en la calle a esa hora y a pesar de que seguía lloviendo no aceleraron y todo por una interesante reflexión que Reese había tenido no hace mucho: a fin de cuentas, ya estaban bastante mojados y no importaba si corrían, seguiría lloviendo.

Además, para Malcolm correr significaba perder un momento de verlo de reojo: su cabello mojado, sus brillantes ojos verdes y esa sonrisa tonta que irradiaba como una estrella. Se sorprendió de si mismo por tener pensamientos tan cursis hacia su propio hermano mayor, pero al final, la sensación del agua fría cayendo sobre su cuerpo era bastante placentera, de pronto, la lluvia no parecía tan mala. 

Flufftober Wilkercest 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora