Swiftie moment

09

Los nervios se estaban apoderando de Luzu, pero ya no había vuelta atrás, estaba parado enfrente de la puerta del departamento de Quackity con  dos ramos de flores, uno de rosas que era para Quacks y uno de margaritas que pensó que sería bonito para Titi; tocó la puerta y como si pareciera que lo estaban esperando ahí mismo, un Quackity sonriente y emocionado le abrió la puerta, Luzu al verlo quedó estupefacto, él chico de cabellera larga de alguna forma u otra se le hacía ahora aún más atractivo, Quackity pareció notar el sonrojo del castaño y una carcajada se le escapó de los labios.

-¿QUE ONDA MI LUSUU?, QUE BUENO QUE LLEGAS MI REY.-lo saludó el de menor estatura desbordando de felicidad al verlo.-¿Y eso Luzu?.-preguntó Quackity señalando los ramos.

-Oh, son unos detalles que les traje a ti y a tu hermanito, este es para ti.-Luzu de la manera más sutil y menos nerviosa que pudo dar, le dio el ramo de rosas a Quackity.-Y este pequeño de margaritas son para Titi.

Quackity no sabía que expresión poner en su rostro, quería llorar de lo bonito que sintió el haber recibido esas flores pero también el hecho de que incluyera a Titi. Luzu notó como los lindos ojos de Quackity se empezaban a cristalizar e inmediatamente le dió un abrazo.

-No llores Quacks, que luego lloro yo, solo es un lindo detalle que quise tener con ambos.

-No sabes cuánto significa para mi, es lo más bonito que han hecho por mi, y el incluir a Titi fue muy lindo de tu parte, a él le gusta mucho la naturaleza, estará bien pinché emocionado con esto, gracias Luzu.-el castaño colocó una de sus manos en su rostro y le retiró una pequeña lágrima que se deslizaba en la mejilla de Quackity.-Ya cabrón o voy a llorar más.

Alex le dió la entrada al departamento a Luzu al mismo tiempo que Luzu cerraba la puerta y él buscaba un florero para colocar los ramos.

-Siéntete como en tu casa rey, yo iré a buscar un florero.-Luzu asintió mientras veía todo a su al rededor y se sentaba en uno de los sillones, sacó su celular del bolsillo y se dispuso a verlo en lo que llegaba Quacks o cualquiera de los demás.

**

**

**
La puerta se abrió y llegó Carre con Spreen con un montón de bolsas.

-¿Les ayudo con eso?.-el mayor se puso de pie dispuesto a ayudarlos.

-No sé quién chota sos pero por favor que ya no tengo circulación en mi mano derecha.-Spreen se acercó a Luzu dándole unas cuantas bolsas.

-Vos sos Luzu, ¿no?.-preguntó Carre colocando la pizza y el spaghetti en la mesa.-Quackity nos ha hablado una banda de vos, un gustazo, soy Carre, y ese vagabundo que ves ahí es mi hombre, Spreen.

-Che, más respeto, se supone que me amas y me decís tan feo.

Luzu saludó a ambos chicos y a la vez se presentaba, Carre no paraba de ver a su novio con una sonrisa de cómplice como si estuviese planeando algo como si Luzu no estuviera enfrente de ellos.

-Bue, ¿y Quackity?

-No lo sé, dijo que iba a buscar un florero desde hace rato y no ha regresado.

-¿Florero?, ¿para qué?

-Oh, es que le traje un ramo de flores a Quacks y a Titi.

Carre y Spreen se voltearon a ver mutuamente, ambos tenían cara de pena pero no dijeron nada, Luzu se sentía fuera de contexto pero no sintió coherente preguntar que era lo que pasaba.

**
Quackity se encontraba en su habitación admirando aquellas flores con lágrimas en los ojos, tenía tantos sentimientos encontrados, tenía malos recuerdos con las flores gracias a su última relación.

-Stop posting that you want flowers indirectly for me, the only way I would bring you flowers would be to take them to your grave, I'm fed up with you.

(Deja de publicar que quieres flores de manera indirecta para mi, de la única forma en la que yo te llevaría flores sería para llevártelas a la tumba, estoy harto de ti)

Quackity siempre amó las flores y su significado, se le hacía una forma muy preciosa de demostrar amor hacia cualquier persona y gracias a alguien llegó a creer que todo eso era inútil e insignificante, pero ahora que Luzu le regaló unas no solamente a él, sino también a su hermano menor que en su vida había visto, sintió tantas cosas en un momento, tenía tantos sentimientos encontrados que no sabía cómo organizarlos.