ガストン

13장

Jungkook jamás había ido a un paseo escolar, por el simple hecho de que no era para él.

¿Convivir con gente que ni conocía solo para aprender cosas que no le interesaban?

No, gracias. Para eso estaba la escuela.

Aunque había ido una vez cuando tenía unos 7 años, pero casi no lo recordaba. Lo que si recordaba es que había vomitado su yogurt, por lo que, tener recuerdos de paseos, no era exactamente lindo para él.

Aún así, omitiendo el hecho de que estaba aburrido, estaba Hoseok y por eso había aceptado la invitación.

Aunque había aceptado la invitación, porque algo dentro de él, le carcomía el hecho de que Hoseok estuviera con el tal Noah de Italia.

Ese nombre apestaba, hasta su propia personalidad igual de perfecta que la de Hoseok. O eso decía eso último, no lo creía, ningún tipo podía ser tan bueno como lo describía Hoseok.

No sabía porque, pero lo irritaba de sobremanera dejar a Hoseok a solas con el tipo ese en un viaje, dónde encima dormirían en una carpa. No, eso sí que no. No le gustaba y se sentía oscurecido de solo pensarlo.

Era su amigo después de todo, él velaba por la seguridad de este. Y si el tal Noah no le traía buena espina, era por algo. No podía dejar solo y desprotegido a Jung, que pensaba bien de todo el mundo. No se perdonaría si el tal Noah le hiciera algo que no debía.

Aunque no es del todo correcto, porque Jungkook sabía que, dentro de él, muy en el fondo, esa sensación de malestar de ver a Hoseok interactuando con otro… simplemente era impensable.

Ignoró eso y volteo a ver a la cabellera marrón que estaba súper emocionada dando brinquitos de vez en cuando, dado que la profesora había mencionado que el autobús llegaría en cualquier momento.

—Me causas jaqueca, para de estar emocionado—dijo Jungkook metiendo sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta. Se acomodo el gorro en su cabeza y pregunto:—¿Es necesario llevar gorro?

—Te queda bien—contesto Hoseok, tocando el gorro que yacía en su cabeza. Quito sus manos una vez lo acomodo y sonrió—Hará frío más tarde.

—¿Y por qué yo tengo que llevar todo lo pesado en mi mochila?—renegó el contrario.

Hoseok y él se habían levantado a eso de las 6 y el primero había ido a su casa para preparar todo lo que necesitarían. Cómo un niño emocionado por su primer paseo, trajo todo tipo de cosas que Jungkook estaba seguro que no necesitarían ninguna de esas, pero aun así, se ofreció llevarlo.

No sabía que Hoseok metería todo lo pesado en su mochila y él se quedaría con cosas básicas.

Aunque también llevaba en su hombro el bolso de la carpa en dónde dormirían ambos, y eso le dio una satisfacción tremenda, porque sabría que él estaría cerca.

—Porque yo tengo los brazos débiles— tocó sus brazos e hizo un sonido lastimero.

Jungkook sonrió con sorna.

—Espero que cuando llegues al autobús…

Pero fue cortado pro una voz masculina llamando a Hoseok. Ambos voltearon a ver y se diviso un chico de aspecto robusto, maso menos, con la piel trigueña y cabello rasurado. Tenía aspecto extranjero, sobre todo porque vestía como uno y llevaba una mochila enorme. Su sonrisa era grande mientras se acercaba a Hoseok, dónde esté también lo miraba con una sonrisa.

—¡Noah!—grito y prácticamente el otro abrió los brazos y Hoseok fue tras él.

¿Qué rayos?

Jungkook, inconscientemente sostuvo de la capucha del suéter de Hoseok para que se alejara del tipo. Haciendo que Hoseok lo hiciera pero volteara a mirarlo con el celo fruncido, aunque luego lo suavizó y hubo entendimiento en su rostro.