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[CAPITULO UNO]PASADO

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[CAPITULO UNO]
PASADO












El bosque estaba a oscuras, Aleksander cabalgaba su caballo con su hermana siguiéndole dejando detrás suyo las ramas secas de los árboles que solo hacían sentir más escalofríos a la pelinegra, los dos esperanzados que los soldados del rey no les encontraran. Aún mantenían las esperanzas.

Al estar unos metros de la solitaria cabaña, el primero en bajar fue el mayor de los hermanos siendo seguido por la azabache que dejó su caballo cerca de un árbol, corrió al interior de la cabaña en búsqueda de algo... o mejor dicho de alguien.

— ¡Aleksander! — exclamó Luda tras salir de la cabaña para recibir a ambos hermanos.

— Aquí estas — respondió Aleksander tras ver a la chica sosteniendo sus manos entre las suyas, abrazó a la mujer. — Estaba preocupado.

— Estaba bien. No soy tan frágil como alguna vez lo fui.

Daleshka se le acercó interrumpiendo aquel pequeño momento. — ¿Y Velkan?

— Está adentro.

Daleshka corrió al interior de la cabaña siendo recibida por el chico que estaba sentado en una de las sillas de madera jugando con un viejo cuchillo.

— Velkan — le llamó Daleshka.

El chico al escuchar la voz de la pelinegra se puso de pie tirando la silla en que estuvo sentado. Sostuvo el rostro de ella entre sus manos, acariciando desde sus cejas, pasando por su mandíbula hasta recorrer sus labios con su pulgar.

Aquellos labios que había besado incontables veces, los que lo invitaban al pecado, lo tomaban para volar hacia el cielo cuando se alejaba se sentía en el mismo infierno. Acercando sus rostros volvió a unir sus labios, el corazón de Daleshka latía rápidamente, sentía que en cualquier momento sus piernas se doblarían dejándola caer al suelo, pero nada le importaba si estaba en los brazos de su amado.

Se separaron al escuchar como su hermano y la sanadora entraban.

— Es hora de irnos — ordenó Aleksander.

Los cuatro juntaron las pertenencias que les quedaban en pequeñas bolsas de tela.

Daleshka dejó de guardar al escuchar el relinchar de un caballo y ver movimiento afuera. Los habían alcanzado.

— ¿Daleshka? — le llamó Velkan preocupado al ver su reacción.

— ¡Oscuros! — gritó la voz de un hombre que ambos hermanos conocían bien. — ¡Se que están ahí!

DARK LADY; Alina Starkov Donde viven las historias. Descúbrelo ahora