— ¡Llegamos! — la voz de Sofía se escucha por toda la casa.
Ya anocheció y Alex está descansando un rato en su habitación mientras que yo estaba en la sala viendo una película. Veo la cabellera negra de Luca asomándose por la puerta detrás de Sofía y Mark buscando algo, cuando me ve, me sonríe perversamente y con una bolsa se escabulle detrás de todos hasta el segundo piso.
— ¿Puedo ver lo que se han comprado? — le pregunto a mis chicos.
— No sabes lo difícil que ha sido conseguir ropa para ellos. Nada les gusta — se queja Sofía justo cuando dos señores con esos típicos carritos de hotel aparecen con abundantes bolsas de diferentes marcas.
— Pero veo que compraron mucha — les digo sorprendida.
— No todo es para nosotros — me dice Caleb.
Deja un beso en mis labios y se sienta al lado mío.
— Es cierto. Encontré algunas cosas para tí y para los bebés — dice emocionada y sonrío ante lo dicho—. Querido, ya deberíamos de irnos.
Sofía se dirige hacia su esposo, este asiente y se despide de cada uno de sus hijos al igual de mí, Sofía me da un fuerte abrazo y los dos se retiran por donde acaban de entrar.
— Queríamos mostrarte esto — Callum agarra una caja grande del coche y con un cuchillo de la cocina lo abre.
Puedo ver cientos de cosas para bebés, entre baberos, chupetes, juguetes, ropa de diferentes colores. Mis ojos se aguan y no evitar abrazar al hermano más cercano que encuentro.
— Todo esto está bello — les digo.
— En unos días van a llegar las cunas, la mecedora y para cambiar los pañales — apuntan y asiento.
— No puedo creer que vamos a ser padres — dice Luca y río.
— Yo tampoco — admito —. Pero estoy feliz que sea con ustedes.
Caleb me agarra de la nuca y me besa apasionadamente. Sus manos bajan por mi espalda hasta mi culo donde lo aprieta y suelto un suspiro.
La mano de Luca viaja por mi pierna hasta mi muslo, donde levemente alza el vestido que llevo puesto y me acaricia estos.
— Me ha dejado abandonada — le susurro a Caleb separándonos levemente.
— Lo sentimos preciosa. Te vamos a compensar algún día de estos— Axel se acerca a mi y me deja un beso en la frente.
— Pronto pero todavía no es momento — Callum argumenta.
— Es cierto — Aiden dice —. Ahora queremos mostrarte algo.
Aiden me toma de la mano y me lleva a los carritos de compras.
— Estas dos cajas son para la habitación de los bebés.
Me señala dos grandes cajas y sonrío.
— Por cierto, ¿donde será su habitación? — pregunta Axel.
— Debería de ser en el segundo piso para que esté cerca de Leah en caso de que pase algo — dice Luca.
— Es cierto, pero todos ya ocupamos las habitaciones de arriba. La única vacía por mientras es la de Alex que se está quedando en el primer piso.
— Mmm tienes razón — dice Callum.
— Puedo ceder mi habitación — dice Aiden — me parece que aparte de la habitación principal, es la más grande y me mudo a la que sería de Alex.
— Es cierto. Ahí entran las dos cunas perfectamente y más — agrego —. Y está a mi lado.
— Entonces que ahí sea. Voy a llevar las cajas — Caleb toma una caja de las cosas para los bebés y se las lleva arriba.
ESTÁS LEYENDO
Ramé
RomantikLeah tiene que seguir sus sueños y dejar a los chicos en Italia. Ella se va a ir a estudiar a Francia pero no se olvidará de ellos. Mientras que los hermanos Bianchello nunca se olvidarán que la mujer que aman. Cinco años es mucho pero a la vez es...