Me veo en el espejo. Mi pancita todavía no se nota mucho pero si observas bien hay un ligero bultito casi imperceptible. Sonrío cuando paso mi manos por encima de este.
Estoy ansiosa por saber sí es un hombre o una mujer. Pero más que eso, estoy ansiosa por tener a mi bebé en mis brazos, poder besarlo todo el día y agarrar sus pequeñas manitas. Acunarlo hasta que se duerma y verlo crecer.
Volteo atrás mío y veo mis maletas que llevé a Italia, que todavía no están deshechas. He estado yendo de aquí para allá en avión. Lo que menos me gusta, me genera pánico los aviones.
En un día de supone que debo de estar en Santa Lucía para recibir a mis chicos con los brazos abiertos. Solo cruzo los dedos por el día de mañana que todo salga bien.
Luego de esto, voy a descansar un poco y con los chicos debemos de planear algo en contra de Matt. Él no puede seguir con esto. Puede poner en peligro a mi bebé y a mis chicos. Quiero estar tranquila y en paz y no lo voy a lograr a menos de que Matt esté seis metros bajo tierra o tras las rejas en el lugar más incógnito posible.
Veo mi maleta y suspiro. Sé que todavía tengo tiempo para terminar de arreglarlas pero quiero tener todo listo para que mañana no tenga que estar más estresada de lo que ya estoy.
Tengo unos cuantos bikinis y algo de ropa de verano. He investigado y en estos meses en Santa Lucía está de verano, además de que es un lugar muy tropical con temperaturas bastante cálidas así que mayormente debo de vestir de verano.
El chofer que nos va a recoger llega a las ocho de la mañana, se supone que nuestro vuelo sale a las nueve e iremos en el avión privado de Sofía. Aproximadamente estaremos llegando a media noche a Santa Lucía. Sofía y yo ya nos habíamos encargado de comprar la casa y decorarla por completo, todo online. Hemos conseguido que para cuando lleguemos a Santa Lucía todo esté en orden y en su lugar así que cuando lleguemos podamos estar en casa y descansar.
Todo el estrés que estoy pasando está haciendo que suba de peso, otra vez. Siempre me ha acomplejado mi cuerpo y pasé por mucho hasta que por fin pude empezar a quererme tal y como soy pero ahora que vuelvo a subir de peso no puedo evitar que los pensamientos negativos vuelvan a mi cabeza.
¿Qué pasa su ahora que subo de peso con el embarazo los chicos dejan de quererme? ¿Que pasa su nunca vuelvo a mi cuerpo original luego del embarazo?
Sé que mi cuerpo no volverá tal y como estaba pero espero que sea algo bastante similar. Seré una persona nueva, una madre. Qué extraño es pensar en eso. Siempre quise ser mamá pero no tan joven, por lo menos tengo seis hermosos novios que me van a ayudar a superar todo esto y estarán conmigo en la travesía de padres. Solo un día y un poco más para verlos.
Estoy bastante nerviosa. Mañana por fin podré verlos, pero también mañana puede que todo salga terrible. Hay una posibilidad de que los policías los atrapen y tengan una condena más larga, o peor aún que Matt descubra todo el plan y les haga daño. Quiero a mis chicos salvos y sanos. Sin ningún rasguño. Quiero que esta pesadilla se acabe. Quiero ser feliz con ellos.
Pueden penar que es algo estúpido considerando de que en poco tiempo cumpliré veinte y que además me esté adelantando demasiado, pero los amo y haría cualquier cosa por ellos. Además, llevo a su bebé.
(...)
Estamos aterrizando ya en Santa Lucía, el aeropuerto es pequeño porque parece que no llegan muchos aviones, tal vez algunos turistas y ya.
Un chofer personal nos lleva a nuestra casa donde viviré con los chicos hasta que todo se solucione y Matt deje de joder. Todavía no puedo creer que un hermano pueda ser tan cruel con su propia familia.

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Ramé
RomanceLeah tiene que seguir sus sueños y dejar a los chicos en Italia. Ella se va a ir a estudiar a Francia pero no se olvidará de ellos. Mientras que los hermanos Bianchello nunca se olvidarán que la mujer que aman. Cinco años es mucho pero a la vez es...