Me levanto cuando siento unas manos acariciando mi estómago y unos besos en mi cuello.
Axel está recostado a mi lado y me mira con sus ojos azules que me encantan.
— Buenos días, preciosa — me dice con una sonrisa.
— Buenos días — respondo y el deja un casto beso en la comisura de mis labios.
— ¿Cómo te sientes?
— No siento mi cuerpo — respondo con un quejido y sonríe.
— Pues con razón, si te dieron duro en la noche — la voz no es de Axel, volteo y veo a Alex apoyado en el marco de la puerta con la mano en su herida.
Me sorprendo y hago el intento de ir a abrazarlo pero cuando doy un paso casi caigo al suelo.
Te dejaron en silla de ruedas.
Axel fue más rápido y me agarró antes que cayera al suelo y me volvió a sentar en la cama.
— ¿No puedes caminar , eh? — dice divertido y yo niego.
— Es su culpa — me quejo.
— Por lo que yo escuché desde abajo, no hubo ninguna queja — dice Alex quien se acerca lentamente y haciendo mucho esfuerzo.
Cuando llega a la cama me acerco y le doy un beso en los labios, el lo recibe gustoso y con ayuda de Axel se acomoda en la cama. Yo termino en el medio de Axel y Alex.
— ¿Te duele? — pregunto.
— Solo un poco, cuando hago mucho esfuerzo — dice y veo su herida vendada.
La mano de Axel está en mis piernas y la mano de Alex está en mi estómago.
— Deben de tener cuidado con ella. Pueden lastimar a los bebés — dice Alex a Axel.
— Tuvimos mucho cuidado de no presionar nada y de protegerlos, hermano.
— Vale — responde él y me mira con unos ojos que me hacen derretir.
— ¿Como te sientes, Lee?
— Me siento bien. Con hambre pero bien.
— Qué bueno que lo mencionas porque el desayuno está listo — entra Luca a la habitación y se acerca a mi para darme un beso.
— Alex, déjame revisarte la herida. Axel, ayuda a Leah a bajar — Aiden entra y se acerca a nosotros y me deja un beso en la frente.
— ¿Como sabías que necesitaba ayuda? — pregunté.
— Después de cómo lo hicimos ayer lo supuse.
Axel me carga estilo princesa y la camiseta que en algún momento en mi inconsciencia me pusieron deja ver un poco mi culo.
— ¿Podrías llevarme a la ducha? Necesito limpiarme — le pregunto y él asiente.
En el baño Axel me deja en un pequeño sofá al lado de la ducha y abro el agua para que esta se caliente. Axel me ayuda a desvestirme y de ahí, de forma muy gentil me ayuda a ducharme.
Sus manos pasan con cariño y suavidad por mi piel, coloca un poco de jabón en sus manos y hace espuma con este para después pasarlos por mis brazos. Lo dejo engreírme, se siente bien. Me lava el cabello y todo el cuerpo, con un poco de atención extra a mis senos y mi entrepierna.
Luego de eso él me trae un conjunto de ropa de baño y un vestido floreado largo bien bonito. El cariño con el que me trata me hace soltar unas lagrimas que él nota y se preocupa.
— Preciosa, ¿qué pasó? ¿hice algo mal? — me toma del mentón para verlo a los ojos y yo niego con la cabeza.
— No, no. Solo estoy un poco emocional por
el embarazo.
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Ramé
RomanceLeah tiene que seguir sus sueños y dejar a los chicos en Italia. Ella se va a ir a estudiar a Francia pero no se olvidará de ellos. Mientras que los hermanos Bianchello nunca se olvidarán que la mujer que aman. Cinco años es mucho pero a la vez es...