- Ya acabó el tiempo, debe de retirarse - me interrumpe el policía acercándose. ¿Tan rápido? Si parece que apenas he llegado...
- ¿Qué? Pero ni si quiera han pasado diez minutos - se queja Aiden molesto.
- El tiempo ha acabado - comenta secamente el oficial antes de tomarme de los antebrazos y obligarme a levantarme. Auch, eso dolió, seguro que me dejará marca.
- ¡Hey, con cuidado! - grita Axel levantándose del asiento inmediatamente al igual que el resto de sus hermanos. Yo quito su mano de mi brazo y me alejo de él antes de mirar a los chicos.
- Os damos cien dólares si nos dan diez minutos más - le dice Callum. El oficial mira a sus compañeros que asienten y se vuelve a retirar. Yo me vuelvo a sentar en mi lugar y los chicos hacen lo mismo.
Dejo mis manos sobre la mesa y Axel toma una de ellas. Las lagrimas inundan mis ojos y no lo llego a evitar y termino llorando. Caleb se sienta a mi lado y me abraza dejándome un beso en la frente.
- Sé que todo esto es mucho para ti, cariño,
pero eres fuerte y vamos a salir de esta ¿vale? - me reconforta Luca tomándome la otra mano libre y dejando un beso en esta.Asiento con la cabeza y con los ojos llorosos. Siento una mano en mi estómago plano, es la de Aiden.
- No se siente nada - comenta en susurro y sonrío.
- Creo que apenas es del tamaño de un frijol - le digo y sonríe.
- No puedo esperar a verte con tu panza de embarazada - dice Alex y ruedo los ojos.
- Me voy a ver gorda y fea, no quiero - ellos fruncen el ceño y Calen tira de mi.
- Nunca digas eso porque es imposible que te veas fea. Hasta con una bolsa de basura eres la mujer más hermosa de mi vida.
Le sonrío y sollozo. El embarazo me pone muy sensible y ellos vienen a decirme estas cosas. ¿Qué se creen?
Me mira alarmados y Callum me lleva a su lugar antes de mirar mal a Caleb.
- No la hagas llorar - Caleb me mira confundido.
- ¿Pero que mal hice yo?
- No sé pero ahora esta volviendo a llorar - le gruñe Axel antes de acariciar mi mano.
- No dijiste nada malo, solo que las hormonas del embarazo me ponen muy sensible.
Nos quedamos un par de minutos así abrazados de alguna forma, sin decir nada. No es necesario hacerlo. Siento que de alguna forma hemos solucionado un pequeño nudo de toda una bola llena de estos.
El policía se acerca y dice que ahora si debo de retirarme, me levanto de mi sitio al igual que los chicos.
- Te amamos ¿vale? Vamos a buscar la forma de poder salir de esta. Solo... espéranos - me dice Callum y asiento, los miro por última vez y les sonrío, antes de llevarme la mano al estómago y darles la espalda.Salgo de ahí antes que el policía vuelva a jalarme del brazo que me duele por el agarre de antes.
Cuando estoy afuera me permito llorar. Me tiene muy estresada todo este tema del embarazo y de los chicos, sin contar de todas las cosas que debo de hacer en Paris cuando llegue. He intentado mantenerme fuerte por el bebé y por no querer parecer débil, pero me estoy cansando.
(...)
Suspiro cuando llego a la casa de Clara. Lanzo mis tacones y me quito la chaqueta que llevo. Estoy cansadísima y tengo ganas de vomitar. Este bebé me da muchas náuseas.
- No puedes hacer que quiera vomitar todo, no es bueno para ti ni para mi - le digo. Es estúpido, lo sé. A veces lo hago.
Mi migraña a empezado. Durante el camino dejé salir algunas lagrimas, pero nada más. Debo de empezar a dejar de alterarme mucho y dejarme llevar mucho de mis emociones, no le hace bien al bebé.
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Ramé
RomanceLeah tiene que seguir sus sueños y dejar a los chicos en Italia. Ella se va a ir a estudiar a Francia pero no se olvidará de ellos. Mientras que los hermanos Bianchello nunca se olvidarán que la mujer que aman. Cinco años es mucho pero a la vez es...