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— ¡Desgraciado! — maulló al verlo

Kazuha al escuchar los tan conocidos maullidos levantó su vista encontrarse con el gatito de sus ojos, casi sin poder creerlo correspondió sus maullidos con entusiasmo y emocionado trató de subir a dónde su amado se encontraba, mientras los humanos no le prestaban atención, escaló por las sillas llegando finalmente al lugar dónde Scara estaba recostado.

—¡Scaramouche! —exclamó con emoción al estar a su lado, más Scaramouche hizo como si no lo hubiera escuchado — estaba loco por verte, te extrañé mucho, muchísimo

— Ja, si claro —dijo este mirándo hacia sus garritas, gato cínico, ¿pensaba que le creería así sin más? Ya lo había decepcionado una vez.

Kazuha observó su actitud, sabía que no estaba creyéndole, y tenía sus razones.

— ¡Es verdad! Sólo que papá Tomo no me dejaba salir de casa, y Heizou estaba sobre mi todos los días vigilando que no me fuera — intentó explicarse el gatito —pero no creas que papá Tomo es cruel, todo es por mi patita, por eso no podía ir a verte.

Hizo referencia a su patita vendada, que Scaramouche miró, sintiéndose un poco culpable por sus pensamientos anteriores, ¿algo grave había pasado con Kazuha? Y él deseando tantas veces que comiera una rata intoxicada.

— ¿Qué te ocurrió? —preguntó con algo de preocupación, pero intentando no demostrarlo demasiado, poco a poco, no podía ser tan evidente.

— Un humano en bicicleta me pisó mi esponjosa patita—cerró sus ojitos gatunos al recordar aquél dolor, no se lo deseaba a nadie.

Scaramouche pudo imaginarse el dolor, una vez Yae lo había pisado sin querer y había dolido mucho, seguramente una bicicleta era peor de todas las maneras posibles.

— Ouch, hay tantos humanos insensibles —expresó Scaramouche con pesar colocando su patita sobre la de Kazuha, comprendiendo al otro gatito. — pensé que sólo había sido un gato de una noche para ti.

— ¡Por supuesto que no Scara! — exclamó bastante seguro — me gustas de verdad.

— ¿De verdad? — preguntó con algo de desconfianza.

El amor en el reino animal era mucho más simple que en el de los humanos, había química y era todo lo que se necesitaba, la atracción era innegable y el deseo de estar juntos importaba mucho más, esperar para formar una relación no era del todo una opción.

— ¡Si! — respondió con emoción.

Quiso sonreír por la emoción del otro, le pareció adorable, pero lo era aún más por el hecho de que la causa de esta era nada más ni nada menos que él.

— C-creo que a mi también, Kazuha —confesó el gato, con un poco de vergüenza.

Tomo volvió su atención hacía la camilla, encontrándose con la adorable escena de estos dos, levantó su ceja expectante, para que Kazuha tuviera es afinidad con otro gato podía implicar otra cosa...

— Hey, parece que Kazuha y Scara se hicieron amiguitos. — dijo Tomo con una sonrisa tomando a su gatito apartandolo del paciente para proseguir con su trabajo.

si, amiguitos, muy amiguitos — pensó Scaramouche.

Sobre todo aquella noche hace semanas, hum, no se trataba de algo muy amistoso que digamos.

Tomó los aparatos listos y procedió a por fin revisar a Scaramouche con el aparato, bajo la mirada extrañada de Ei, pasaba el transductor sobre el vientre del gato, que se encontraba mucho más dócil luego de la conversación con el otro.

! Mininos ♡ KazuscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora