¿Segura Que No Te Gustó?

Capítulo 11: Celos y La Propuesta.

Amelia.

- nos encontramos, se me insinuó varias veces y en todas le respondí con la verdad- terminó de explicar Mari.

-Mariana ni siquiera debiste responderle- no se ni para que le reclamó, es obvio que ella no me montaría los cachos pero es que quiero asegurarme, ahora que lo pienso, ni siquiera somos pareja.

-Mi vida, si tenía que contestarle, porque si no ella me iba a seguir insistiendo- esta chica me tiene una paciencia que no es normal.

-¿Me quieres?-pregunto un poco insegura acerdándome, mientras hago un puchero.

-si..- Me respondió apretando mis mejillas.

-dilo- digo inconscientemente.

-¿que digo?- me pregunta para después darme un piquito.

-dime que me quieres-le respondo dudosa.

-Bueno pues yo te q- fue cortada por la puerta.

-ah maldición- maldigo para después tapar mi propia boca.

-Voy a abrir- dice para después darme otro piquito e irse a la puerta.

La sigo y al abrir la puerta nos encontramos con la mejor amiga de Mari y su novia.

-¿cuanto tiempo tienes sin preguntar por tu perro?- pregunta tranquila entrado en la casa y dejando el perro en el piso.

-Atenas, traeme la correa- dice mientras vemos al perro.

El perro, por obvias razones, se dirige a su dueña, pero todas quedamos sorprendidas al ver al perro abalanzarse sobre mi, al parecer me quiere mucho.

-Cookie esa no es tu mamá, soy yo- dice Mari con un tono tierno, en eso yo alzó al perro y le hablo.

-Ella tiene razón, yo no soy tu mamá, soy tu mami- digo lo último más lento.

Todas se quedan mirando sorprendidas mi acto, luego de eso simplemente me siento en el sofá con el perro en los brazos, el no se reusaba y yo lo coloque en mis piernas.

-Amelia ¿Cuando piensas volver a la escuela?- me pregunta Atenas.

-volvere pronto y otra cosa Atenas- corto dejando un espacio.

-queria pedirte perdón por lo lo que te hice perdón-me disculpe.

-no tenías porque tía, eso paso hace mucho y no fue tu culpa- me dijo.

-pero lo hicieron por mi culpa, Atenas, te hicieron bullying por mi culpa, yo no quería decirlo pero estaba emocionada, no sabía que en esa escuela eran tan de mente cerrada, quería disculparme, pero no te volví a ver-hablo con dificultad puesto que estoy casi llorando.

Pude ver a Mari salir a hablar por teléfono al parecer está hablando con el grupo nuevo que conoció en la fiesta de moda de su padre.

-Amelia esta bien, estás disculpada, pero te pido que no pienses más en eso a ti también te lo hicieron-ella me responde con tranquilidad.

-esta bien- digo mirandola a los ojos.

Mari.

-si está bien, nos encontramos en el parque cerca de el café- termino la llamada y me dirijo dentro de la casa, hasta que escucho mi teléfono sonar otra vez, al ver quién era sentí miedo, puesto que Amelia es bastante celosa y a veces no se cómo lidiar con ella.

-¿Que quieres Samanta?- digo al contestar la llamada.

-¿Porque tanta agresividad?- ella pregunta con un tono seductor.

-dime rápido o cuelgo- le contesto.

-ya ya no cuelgues simplemente te queria invitar en la tarde al café a la esquina de tu casa, te tengo algo que decir- ella me propone con el mismo tono de antes.

-lo siento no puedo-le respondo.

-hey vamos, no me voy a insinuar, además no tienes novia- ella reclama.

-pero la tendré pronto- contesto y cuelgo luego de ello.

Me adentré en la casa, y me topo con amelia, Valeria y Atenas tomando café, Amelia me mira interrogante, imagino que es para que le diga quién era.

-estaba hablando con Mario y quedé con su grupo el viernes a las 4 en el parque cerca del café de la esquina- hablo con la verdad, pero ella me sigue mirando de la misma manera, ahí es cuando me empiezan a mirar todas.

-Tambien hablé con Samanta, se me volvió a insinuar y le colgué- Amelia se siente más tranquila.

-¿puedes dejarle de hablar?- ella me pregunta mientras se para del sofá grande de una persona para que yo me siente.

-No sé, en verdad ella era buena amiga solo que ahora, cuando tú estás cerca se comporta como una zorra, y cuando estás lejos como una puta, se me insinúa cada segundo- hablo mientras me siento en el sofá y la tomo de la cintura para luego sentarla en mis piernas.

-dejale de hablar, está vez no es una sugerencia, es una orden- ella me ordena y Atenas me hace una señas de gobernada.

-Callate pendeja tu también eres gobernada- le gritó a Atenas para luego recibir un putazo en la cabeza de parte de Amelia.

Nos quedamos hablando pero Atenas y Amelia hablaban más ya que ellas eran amigas en la antigua escuela de ambas, pero ambas salieron porque a Atenas le hacían bullying por lesbiana, y se burlaban de Amelia por ser sensible.

Luego de un rato, Atenas y Valeria se fueron despidiendose de nosotras, nos encontramos en la cama en silencio mirando una película, hasta que yo hablo llamando la atención de Amelia.

-Amelia, mi vida quería pedirte algo para este jueves- le pido tranquilamente.

-si ¿que pasa mi amor?- ella pregunta curiosa.

-¿Quieres salir conmigo?- pregunté con paciencia.

-si bebé quiero salir contigo- mi emoción se eleva al verla decir que si con una auténtica alegría.

-Respecto a lo que me dijiste está tarde si te quiero mucho- le digo para luego empezar un beso lento pero apasionado.