Habían pasado ya 2 meses se ese sueño lúcido, había despertado con la sensación de tener algo en su pecho, al revisar se había dado cuenta que el obsequio de aquella mujer seguía allí.
Entonces habría sido un sueño?
Desde entonces Naruto no había vuelto a aparecer, la vida de Hinata entró en una rutina un poco apretada, ya que Shino había cumplido con su parte del trato al escogerle como esposa principal, claro que era solo para su seguridad, ahora estaba siendo observada por la gente que trabajaba ahí, además de ser cuidada en todo momento de no ser agredida fuera de la propiedad en el pueblo.
Comenzaron su instrucción para servir al que sería su señor, ella cumplía cabalmente cada enseñanza e instrucciones que le eran dadas... Y Shino trataba de postergar lo más posible la fecha de la unión entre ellos, le alegaba a sus padres que el aún era joven y que Hinata debía desarrollarse más para poder tener descendencia fuerte ya que (invento suyo) a pesar de ser la mujer ideal, era muy flaca, le habían propuesto cambiar de esposa principal pero el se negaba, más que nada para no perder su propia vida a manos de aquel zorro.
En fin, las visitas de Kiba eran también frecuentes, y cada vez se llevaba mejor con Shino, había ocasiones en que pasaban bastante tiempo juntos, al parecer ambos tenían un proyecto muy importante a futuro, a Hinata le alegraba ver que sus amigos se hubieran entendido bien.
Sentada en el corredor que daba hacia el patio central, acariciaba el dije que le había dado esa bella mujer entre sueños, esperaba que pudiera ver de nuevo a Naruto alguna vez, pero al parecer podría pasar un gran periodo para eso.
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-Hinata...
-Mi señor?- miro a Shino que se sentaba tranquilo a su lado en el corredor dejando colgar sus pies así como ella.
-Has estado muy pensativa últimamente.
-No es nada mi señor.
-Sabes que no es necesario que me llames así.
-Lo es si estamos dentro de la propiedad de su familia.
-Cierto- sonrió amable- Hinata, ha habido noticias de él?
-No mi señor- agacho la mirada, Shino pudo advertir la melancolía en su voz- hace tiempo que no se de él.
-Dime, crees que volverá?
-Se que lo hará mi señor- apretó el dije en su pecho- antes también había pasado mucho tiempo antes de volver a encontrarnos.
-Me temo que lo que no tenemos es precisamente tiempo Hinata- ella lo miro - Mis padres han estado presionando para poner una fecha para nuestra boda, he hecho lo posible para retrasar ese hecho.
-Si mi señor, lo sé- hizo una inclinación leve- y le agradezco desde el fondo de mi corazón.
-Hinata, por favor no agradezca aun- hablo tenso- ya no pude convencer de retrasarla, ese joven zorro debe venir antes de un año.
-Mi señor...- lo miro nerviosa.
-Lo siento, se que no somos adultos todavía, pero mis padres creen que no hay razón para retrasar lo inevitable, dicen que seguiremos viviendo como hasta ahora hasta tener edad suficiente para hacer valer los votos y mi derecho como esposo a permanecer en tu lecho, pero quieren formalizar todo antes que vayan de viaje de negocios junto con la familia de Kiba para conocer a los Yamanaka, de hecho, Hinata, logré retrasar un año la boda ya que esperaban casarnos en 3 meses. Kiba les dio más detalles a considerar para ese trato y es así como conseguimos el plazo acordado... Hinata, lo siento- ella se veía cabizbaja- cuanto tiempo demoró en regresar a buscarte la última vez?
-Aproximadamente... 8 o nueve años- apretó el dije- aunque el tiempo es distinto para seres como Naruto cierto?- lo miro con ojos llorosos.
-Hinata...
-El es inmortal... así que... tal vez le lleve casi una vida...- se enjugo una lágrima- lo siento mi señor...
-Hinata- le puso la mano en el hombro- debo decirte algo- ella levantó la mirada- Hinata, antes que el joven Naruto apareciera, yo ya había decidido quien sería mi primera esposa, eras tú- ella se sorprendió al escucharlo- Pero no sabia que tu corazón ya estaba siendo habitado por alguien más, y, te prometo Hinata, que en el plazo de un año no faltare a la promesa que le hice a Naruto y a ti, aún después de la boda, pero, Hinata, si Naruto no regresa, te garantizo que haré que seas feliz por cuanto tiempo estés a mi cuidado.
-Pero mi señor...- Shino negó levemente.
-No puedo prometer que no visite tu lecho cuando tengamos más edad y Naruto no aparezca, sabes que debo tener un heredero- bajo la mirada- pero eso solo será si ha pasado más de el tiempo necesario y veamos que él no regresa.
-Por qué...
-Hinata, Toneri Otsutsuki hizo una propuesta para pedirte, logré que eso se evitara- miro como ella se agachaba y respiraba rápidamente - eso pasó poco antes de conocer a Naruto, se que el te ha enviado notas, y por tu expresión se que no es agradable que él te escriba... es por eso que también accedí a ese plazo tan corto, en verdad no se como podría protegerte sin ser mi esposa, ya de por si es complicado explicar todo el cuidado que he pedido para ti- respiro profundo- lo siento, pero es todo lo que puedo hacer por ti.
-Entiendo mi señor.
-Hinata, no veas esto como un final, eres una amiga muy querida para mí, así que, sigamos siendo pacientes... solo esperemos que no le tome a Naruto mas tiempo en volver- le sonrió.