El tiempo siguió su curso, Hinata aún conservaba el dije que le había dado esa mujer.
Faltando ya menos de 2 meses para el plazo establecido, oraba para que un milagro ocurriera, los señores, padres de Shino habían dispuesto mandar a Hinata a una casona, para que ella se fuera adaptando a manejar sus futuras responsabilidades como la nueva señora, estaría ella a cargo de tener el orden de la casona así como de los sirvientes en ella.
De atrevida a decir que era un entrenamiento previo a su futura vida de casada.
Ahora mismo, se encontraba terminando de contar los baúles que llevaría consigo al nuevo lugar.
El carruaje esperaba por ella, y Shino le esperaba en la puerta principal.
Para cuando fueron los sirvientes por los baúles, ella suspiro profundamente y se armó de valor, presionó el dije sobre su pecho para luego acariciarlo, dio un último vistazo a la que fuera su habitación y se dirigió a la entrada.
Shino la vio llegar, tan solemne como solo ella podía ser, le tendió la mano para ayudarle a subir al carruaje para luego entrar detrás de ella.
Tomaron asiento frente a frente, luego él sacó una mano indicando que podían avanzar.
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-La casona está a medio día de distancia Hinata, espero sea de tu agrado.
-Te agradezco- se inclinó levemente.
-No es necesario que hagas eso, estamos solos y en confianza- le tomo las manos- créeme que he tratado de hacer esto lo menos incómodo para ti, eres una mujer como pocas y es un honor ser cercano a ti.
-Shino- le sonrio gentil- se que... si mi destino es continuar contigo por el resto de mi vida no podría pedir mejor esposo y señor que tú.
-Solo hago lo que cualquiera haría, bueno, cualquiera que tenga algo de decencia en su persona, además, aún faltan 2 meses, aún hay tiempo.
-Tal vez- sonrió resignada- pero de no ser así, quiero que sepas que también te valoro mucho.
-Animo- le palmeo suavemente las manos- ahora mismo trata de relajarte y disfruta paisaje.
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Hinata asintió, y luego miro el interior del carruaje, luego abrió la cortina de la ventanilla y pudo ver un cuervo sobrevolar el carruaje, el animal grazno y parecía que la veía intensamente para luego cambiar de direccion y alejarse rápidamente en dirección contraria.
Luego cerró la ventanilla y trató de darle sentido al extraño comportamiento del ave.
Paso bastante tiempo, el camino se había vuelto aislado, y estaba silencioso, demasiado.
El carro se detuvo.
Shino miro a Hinata y le indico que no se moviera, no se escuchaba ruido afuera, él se preparó para salir asegurando una daga y un sable herencia de su familia, Hinata al ver eso se alarmó pero Shino le indico que no saliera.
Con cuidado el salió, Hinata escuchó una discusión y luego una pelea, la puerta se abrió dejando ver a un sujeto fornido que sin darle tiempo entró y tiró de ella sacándola sin ninguna contemplación, Shino seguía en lucha pero eran muchos para enfrentarlos, otro tipo más delgado se acercó al que tenía sujeta a Hinata y comenzó a amordazarla.
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-DEJENLA!- Shino trato de acercarse más fue interceptado por 2 ladrones.
-Vale algo?- el delgado le sostuvo el rostro analizando a Hinata quien se retorcía ganando un puñetazo en el estómago que le sacó el aire por parte del fornido- tranquilo grandote, parece que si vale algo, bien, carguen con los baúles y...
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Una ráfaga de viento derribó al que hablaba, el sujeto fornido aseguró a Hinata sobre su hombro y gritó indicaciones para dispersar a los demás quienes corrieron en todas direcciones.
Shino al ver el caos se centró en seguir al que se llevaba a Hinata, quien no se preocupó en desviarse ni perder al heredero.
Los ladrones en su escape poco pudieron hacer uno a uno presa de cosas que, de no haber visto por sus propios ojos jamás lo creerían.
Algunos árboles movieron sus ramas apresando a unos.
Plumas negras se introdujeron en los ojos y cavidades de otros...
Uno de los que logró salvarse de semejante horror se escondió detrás de un tronco, escuchando como sus compañeros sufrían los ataques.
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-De verdad tenemos que matarlos?
-Basta con darles un buen susto.
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El ladrón que identificó las voces como el de un hombre y una mujer jóvenes se quedó sin habla al ver las figuras de los susodichos frente a él.
La mujer lo miraba sin intención alguna, pero el hombre lo veía con aborrecimiento.
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-No vas a querer saber como va a terminar tu amigo.
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Luego de eso se escuchó un grito que velaba la sangre.
El sujeto que llevaba a Hinata no se inmutó y siguió su camino.
Shino detrás de él, alcanzo su daga y se la lanzo para tratar de frenar su avance, lamentablemente esta fallo y el sujeto aprovechó para dar un giro y tomarla del piso, soltando a Hinata sin ningún cuidado y esperando a que Shino se acercara para enfrentarlo, ese fue su error., ya que en cuando Hinata cayó al suelo el tipo parecía haber sido succionado de alguna forma para luego ser expulsado de nuevo y estrellarse contra un árbol, tanto Hinata como Shino se quedaron estáticos un momento.
Solo para ver quién aparecía entre las sombras descubriendo su rostro
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