Las tres mujeres estaban caminando en circulos, bueno, más específicamente Emine caminaba en círculos.
──¿Quieres ver a una adivina?──Pregunto Mihrimah con intención de calmar a su cuñada.
──Eso podria distraernos.──Hurrem sonrió.
──Claro Sultanas, eso me haría sentir menos nerviosas.
Las tres Sultanas se colocaron las capuchas y salieron del palacio ruso, a diferencia de sus esposos, ellas tenían que quedarse en Rusia, ya que Mehmed e Iván dijeron que si ellas venían iban a ser una distracción.
Subieron al carruaje, ya que el lugar era bastante alejado, a unos cuarenta o cincuenta minutos más allá del bosque.
Emime miraba por el camino a cada rato, le daba la sensación de que algo malo podría pasar, pero no tenía ni idea de que era.
La Sultana Rusa miro a la griega, tomo su mano, mientras le daba una calida sonrisa.
──Emine, no te preocupes.──La griega miro a la Sultana.──Mehmed volverá y se reencontrara con ustedes.
──Lo sé mi Sultana, solo tengo un mal presentimiento.──Emine miro a Mihrimah.──¿Es confiable?
──Lo es.──Respondio la Zarina.──Nunca a fallado una predicción del futuro, siempre acierta, ¿Sabes? A veces siento que ella es quién escribe el futuro.
──¿Cuál es su nombre?
──Taiyo.──Mihrimah guardo silencio.──Es un nombre bastante curioso.
Emine asintió y volvió su vista a la ventana, deseaba que lo que sea que dijese esa mujer fuese algo bueno, que sea algo beneficioso para su futuro y el de sus hijas.
Rafat y Hande merecían ser felices, también le preguntaría por ellas.
Al cabo de un rato llegaron a una casa rural en el bosque, con un precioso jardín, lleno de flores y árboles.
Las tres bajaron del carruaje y comenzaron a caminar, quedando maravilladas por lo bonito que era el jardín.
Cuando llegaron a la puerta, pudieron encontrar a un Rottweiler durmiendo en la alfombra que estaba en los pies de la puerta.
Emine y Hurrem se escondieron detras de Mihrimah, temían que él animal se levantase y les mostrará los dientes.
Mihrimah rodo los ojos al ver la cobardía de su madre y cuñada, se acerco a la puerta con cuidado de no incomodar al animal, con un solo golpe la puerta se abrió.
El Rottweiler se despertó y corrió dentro de la casa, luego entraron Mihrimah, Hurrem y Emine.
──¿Que se les ofrece?──Se escucho la voz de una joven.
──¿Tu eres Taiyo?──Preguntó la zarina.
──Depende de quién me busque y que necesite.
──Soy Mihrimah, La zarina de rusia y la sultana otomana, hija del Sultán Suleiman.──La Zarina no apartó los ojos de la joven.──Quiero preguntarte por el futuro.
──...¿Estas segura? A las personas les molesta lo que digo del futuro, y teniendo en cuenta que usted es alguien poderosa, no voy a arriesgar mi cabeza.
──No me importa.──Esta vez intervino Emine.──Quiero saber, no importa que tan malo sea, le pagaré el triple.
──Plata.──Hablo en español la mujer.──Sientense, comenzaré a ver su futuro.──Volvio a hablar en turco.
Una vez estuvieron sentadas todas, la adivina comenzó.
──Veo a un joven que sera conocido como un Sultán Cruel.──Empezo Taiyo moviendo las cartas.──Ese joven era un manso cordedo hasta hace poco, no se en que momento la semilla de la crueldad se sembró en su corazón.
"Mustafá." Las tres sultanas compartieron ese pensamiento, pues nunca se les ocurría por la cabeza que su amado Mehmed era un lobo jugando a ser oveja.
──El título lo ganará tras una batalla, una batalla en la que se derrama sangre en el palacio otomano.──La adivina hizo una pausa.──Una vez terminada la batalla, veo a una pequeña leona junto a una leona pelirroja cerca al trono, y en ese trono esta un león con una mirada imponente.
──¿Que más?──Preguntó Emine al ver que Taiyo guardo silencio.
──...Esconde a tu pequeña hija de cabellos rojos, tú y tu hija desaparezcan de la tierra, si es que valoras tu vida y la de tu pequeña, harás caso a mi sabio consejo.──Taiyo miro a las tres mujeres.──Es lo unico que puedo decirles, Zarina Mihrimah y Sultana Hurrem, estén preparadas para cualquier cosa.
La adivina se levanto de la mesa, para luego acompañar a las sultanas hasta la puerta.
──Sean inteligentes y jueguen bien sus cartas.──Con una última advertencia, la mujer cerro la puerta de su casa, dejando perturbadas a las Sultanas.
Quise hacer una pequeña aparición en esta historia y que mejor que soltar algunos spoilers.
Por cierto, si no te dieron flores amarillas este día, no te preocupes.
Toma, ya seas hombre o mujer, te las mereces mi vida <3, tú más que nadie mereces estas flores.
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Amor A Través Del Tiempo|| Sehzade Mehmed.
Ficción históricaSabemos que Hurrem tuvo 4 príncipes, y el candidato perfecto al trono era Mehmed, pero lamentablemente este murió, dejando el trono sin un candidato apto para él. Pero...¿Que hubiese pasado si el no hubiera muerto? ¿Que hubiera pasado si cierta sult...