Amor A Través Del Tiempo|| Sehzade Mehmed.

Generando Sentimientos.

──...¿Me veo bonita?──Pregunto Emine observándose a un espejo.

──Siempre te ves Bonita.── Respondió Suavemente Mehmed mientras colocaba sus manos en la cintura de Emine.

Emine se sonrojo y volteo la vista a los ojos del Sehzade, amaba los ojos de Mehmed, desde que ella habia llegado a esta época y habia visto por primera vez el color de los ojos del Príncipe, se habían convertido en su color favorito y la única cosa que quería admirar.

Emine llevo sus manos al cuello del Sehzade y poco a poco fue acercando sus labios a los de Mehmed, el cuál inclinaba su cabeza para facilitar el acercamiento de Emine, tan solo unos segundos faltaron para que...

──¡DESPERTE!──Grito Emine agitada y con el color rojo en sus mejillas.

──¿Emine?──Pregunto Mihrimah acercándose a su amiga al oírla gritar.──¿Estas bien?

──Si mi Sultana.──Susurro en un intento de convencerse a si misma que estaba bien.

──Te siento con temperatura.──Mihrimah coloco su mano en la frente de Emine.──Tomate el día libre hoy, haz hecho suficiente desde que llegaste, tomate un descanso, mi madre estará de acuerdo con eso.

──No Sultana.

──Emine.──Mihrimah regaño para alejarse de ella.──Solo será un día, no te va a pasar nada por descansar.

──Bien.

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Cinco minutos, solo cinco minutos había durado su día libre, ya que cierto príncipe la había mandado a llamar.

Sin necesidad de decir algo o preguntar para que era requerida, simplemente salió de su cama y se dirigió hasta los aposentos del Sehzade Mehmed, mala idea, la razón de sus sonrojos estaba allí, sentado, concentrado, leyendo documentos y luciendo serio, su rostro levemente fruncido hacia más que resaltar su belleza.

──Emine, acércate.──Pidió Mehmed mientras hacia un gesto con su mano.

──¿Ocurrió algo?

──A mi hermano Mustafá le asignaron la provincia de Amasya.──Mehmed dejo del lado los documentos y miro a Emine con cierto nerviosismo.

──No se preocupe alteza.──La Hatun coloco su mano en el hombro del príncipe, causando una leve corriente de electriza que erizo su piel.──Logrará cambiar el futuro, sobrevivirá y será Sultán.

──¿Por que hablas como si no fueses a estar presente?

──Por que yo no estaré presente, volveré a mi tiempo y estaré junto a mi Ahmed.

──Claro, Ahmed...──Mehmed mascullo el nombre de ese Sultán con evidente enojo.

¿Por que Emine tenia que volver? ¿Por que ella no podía quedarse a su lado y ver como iniciaba su Sultanato? 

"Su Ahmed." ¿Por que nunca decía su nombre acompañado de un "mi"? Rápidamente Mehmed cayo en cuenta de lo que estaba pensando, negó con la cabeza, ella era su amiga y siempre seria eso, no cambiaria para nada la forma en la que la miraba o pensaba sobre ella.

──¿Eres consiente de que si yo me vuelvo Sultán, Ahmed ya no existirá?──Pregunto Mehmed mirando a la mujer que tenia enfrente.

──Entonces muérase.

──Te juro que cuando sea Sultán, mi primera orden será que no se te permita la entrada al palacio.

──Lamentablemente Usted estará muerto para ese entonces.──Bromeo la griega.──Y aunque le duela, yo hare y desharé en Topkapi y cuando sea Sultana, mi primera orden será clara.

──¿Se puede saber cual es?──Pregunto Mehmed con burla.

──Incinerar tus restos.

──Te juro que te mandare a matar.──Mehmed volvió su vista a los documentos.──Por otro lado, quiero que vengas conmigo a Manisa.

──Cuente con eso, ¿Pero para que es mi presencia necesaria?

──En el palacio de Manisa esta el espejo tal cual lo dibujaste.──Mehmed dejo escapar un suspiro.──Es básicamente tu salida directa de este problema.

Emine abrazo sin pensarlo a Mehmed, causando que este se sonrojara levemente y correspondiera su abrazo con una mano.

──Se lo agradezco alteza.

──Todavía no me agradezcas, aun no sabemos si funciona.── Mehmed hizo una pausa y la miro.──Puedes irte, eso era todo.

Con una reverencia Emine salió de los aposentos del Sehzade, caminaba con una sonrisa en el rostro, obteniendo la mirada de varias concubinas, pero nada de eso era importante, se encontraba demasiado feliz al saber que volvería a su tiempo y vería a Ahmed nuevamente.

Hasta que entro en su habitación y cayo en cuenta de que nunca más vería a Mehmed, nunca más volvería a reír con el y sus chistes malos, nunca más volvería a acompañarlo a caminar por el jardín y lo más importante, nunca más vería esos ojos marrones que tanto le gustaban.

Inevitablemente su corazón se sentía oprimido y sus lagrimas empezaron a fluir, ¿Qué le pasaba? Ella quería a Ahmed por sobre todas las cosas, se había enamorado de el desde la primera vez que hablaron en su habitación, cuando le mordió la mano esa noche.

Habia sido capaz de hacer una promesa con una bruja solo para salvarlo de la muerte, aun recordaba esas palabras: "Veras morir a todos los que te aman y los que tu ames, caminarás entre fuego toda tu vida."

Incluso había detenido una revuelta de la gente del pueblo, todo por su amor a Ahmed, claro estaba, pero él a la menor posibilidad que tuvo, hizo a Mahfiruze su favorita, incluso la embarazo y ahora ella seria la madre del príncipe Heredero.

Y luego estaba Mehmed, con él cuál no tenia ni la más remota idea sobre que es lo que sentía por el, o bueno, si tenia una idea, que el joven príncipe, la había hecho mucho más feliz que cualquier otra persona en tan pocos meses, con cada chiste, cada broma, cada conversación, cada teoría que se les ocurría para evitar su muerte.

Lo más probable es que ella estuviera confundiendo amor con amistad, Mehmed amaba a Clara y ella lo sabia perfectamente, incluso en un tiempo a ella se le conocía como el Gran amor del Sehzade Mehmed, Safiye se lo había contado cientos de veces, por lo que aunque intentara competir contra Clara, seria imposible ganar.

Vieras por donde lo vieras, Ahmed muy probablemente volcaría toda su atención a Mahfiruze por su condición cuando volviese a su época, por lo que ni atención le tomaría y si se quedaba en esta, viviría muriendo por querer ocupar el lugar de Clara.

En las dos épocas ardería en llamas por querer ocupar el lugar de la otra y eso nada lo podría cambiar, y a estas alturas del partido, no estaba muy segura de amar a Ahmed.