10 (¿Final?)

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Después de besarse un buen rato, les empezó a doler los labios así que decidieron tomar una pausa. Se tumbaron al lado del otro, boca arriba y tomados de la mano, procesando lo que acababa de suceder. 

-Entonces... -empezó Sunny, tímidamente. Aubrey volteó su rostro para verlo. El pelinegro, por su parte, tenía la mirada clavada en el techo-. ¿Lo hacemos o...?

-Bueno... -se relamió los labios (podía sentir como le ardían) mientras reflexionaba-. Mira, yo sí quiero -empezó. Sintió como Sunny le estrechaba la mano con fuerza, y arqueó las cejas-. Pero, creo que es mejor esperar -notó como su agarre se aligeraba. Luego, por fin la miró.

-¿Es por mí o...? -preguntó con tono de culpa.

-No, no es eso. Es que creo que debemos ser un poco más mayores, y con algo de experiencia, porque si no tenemos cuidado, podríamos salir lastimados. Aparte... -inhalón hondo y acercó sus labios al oído de su novio-. No tenemos condones.

-Oooooh, cierto -soltó un hondo suspiro de alivio-. Estaba pensando igual. Pero, ¿ahora qué hacemos?

Como respuesta, Aubrey puso su brazo encima de él y lo acercó hacia ella para estrecharlo en un abrazo.

-Nos quedamos así -murmuró, apoyando su frente contra el punto en el que el cuello y hombre se unen-. No hace falta hacer nada, sólo... -soltó un hondo suspiro-. Voy a echarte de menos.

-... Yo también -respondió con tristeza, y correspondiendo al abrazo.

Tras un buen rato, se quedaron dormidos.


                                                ***

Cuando Aubrey abrió los ojos, se dio cuenta de dos cosas: que se le olvidó de quitarse las lentillas y ahora las órbitas le dolían mucho. Y segundo, que ya había amanecido.

-¡Oh, no! -exclamó, incorporándose. Fue cuando notó a Sunny, aún dormido a su lado. Lo sacudió-. ¡Eh, despierta, que hoy te vas!

-¡¿Qué?! -gritó incorporándose-. ¿Dónde estoy?

-¡En mi casa!

-... Ah -respondió, echando un vistazo a tu alrededor. Fue cuando notó la caja con el conejo en una esquina-. Oye, olvidé que tenías uno.

-¡Sunny, que tu mamá te reocoge hoy!

-¡Oh, claro! -se levantó de un salto (no fue difícil, ambos se habían dormido en medio de la cama, con los pies colgando del borde de la cama) se acercó al conejo para acariciarlo, y el cuál estaba dormido, y después salió del cuarto, con Aubrey pisándole los talones.

-Mierda, mierda, mierda... -murmuraba la pelirosa. Le escocían los ojos, así que se quitó las lentillas y las metió en el bolsillo de su chaqueta. Ya las guardaría después-. ¡Perdona, Sunny, es mi culpa!

-¡No pasa nada, no hay prisa! -respondió Sunny con una sonrisa. 

Finalmente llegaron. Parada enfrente de la casa, estaba el coche de la mamá de Sunny, y sus amigos estaban afuera. Al verlos, Kel se puso a dar saltos y se acercó a ellos.

-¿Dónde estuvisteis? 

-Perdona -se disculpó Sunny-. Nos... Nos dormimos.

-¿Dónde?

-En mi casa -murmuró Aubrey. Kel arqueó las cejas.

-¿Acaso...? 

-¡NO, claro que no! -interrumpió Aubrey, enrojeciendo y conteniéndose de darle un golpe. Notó que la madre de Sunny salió del coche y se acercó para abrazar a su hijo con fuerza. 

-¡Qué susto me diste!

-Perdona -respondió, correspondiendo al abrazo. Aubrey sonrió de lado, enternecida y con algo de envidia... 

-No fue su culpa, señora, fui yo, que lo traje a mi casa y nos dormimos. 

-Sospechoso...

-¡Cállate, Kel! 

Él tan sólo se rio y agarró a Sunny para abrazarlo con fuerza. 

-¡Te echaré de menos!

-Yo también.

Hero y Basil se acercaron, y también le dieron un abrazo a Sunny. Por último, Aubrey se acercó con las manos entrelazadas tras su espalda.

-Bueno... pues tú ya sabes...

-Sí.

-Adi-

-Nos vemos -interrumpió, abrazándola. Se quedó un momento congelada, pero esbozó una sonrisa y correspondió.

-Sí... Nos vemos. 

Tras unos segundos que se sintieron eternos, Sunny se separó y antes de meterse en el auto, los miró por encima del hombro. Alzó una mano para despedirse, aunque sintió su corazón estrujarse.

"Nos vemos".

-Sí... -murmuró para sí mientras veía el coche alejarse-. Nos vemos.



                                                                                FIN


                                  

OK, quizás fue algo decepcionane el final y lo siento, PERO, escuchen, ESCUCHEN. Tengo planeada UNA SECUELA, y está sí que será mucho más interesante. ¿Qué os parece? Ah, y también una precuela, con Aubrey en el tiempo que estuvo separada del grupo. ¡Muchas ideas! Así que no se preocupen, que aún tengo planeado seguir escribiendo Omori. ¡Un abrazo y nos vemos!


¿LO INTENTAMOS OTRA VEZ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora