Capitulo 9

134 11 0
                                    

Dada la intensidad del tiempo y la intensidad del universo, es un placer inmenso para compartir un planeta y un tiempo contigo.
Carl Sagan


Lauren estaba de mal humor, miró a su alrededor, ella simplemente estaba malhumorada. Si se ponía a buscar la razón no la encontraría.

Salvo el echo de que su teléfono se quedó sin baterías la noche anterior, motivo que le impidió hablar con Camila como tenia pensando.

Ella ni siquiera le había podido enviar un mensaje esa mañana dada la magnitud del problema que trataba de resolver en ese momento.

¿Que hace a esa mujer tan especial? Últimamente la veo mucho en tus pensamientos.

Como si fuera poco, había perdido ese contrato con un concesionario importante de la cuidad por culpa de un cabello.

Ella estaba aun más molesta.

Como le encantaría estar en otro lugar en vez de tener que soportar la pérdida del momento.

Sobre todo, tener que soportar a un Cabello. ¿Imagínense si eran los tres?

- ¿A que chica se refiere? - añadió Alejandro a el sin fin de preguntas que hizo en menos de cinco minutos.

Pero su mente estaba en otro lado ya, con otra chica. Su traicionera mente  formó una imagen de Camila; salvaje cabello castaño, ojos  que brillaban como luceros.

Su manía de decir todo lo que pasaba por su mente antes de pensarlas.

¿Por qué se había fijado en eso?

¿Por qué me importa?.

No, claro que no le importaba. No del modo que lo hacía ver su cabeza.

Eso también la colocaba de mal humor.

No logras centrarte en esto por esa mujer. ¿Que te pasa?

-¿Señora Green?

Lauren se levantó y fue hasta la gran ventana que le permitía ver lo que sucedía en la planta baja, era cómodo porque así nada se le escapaba.

Ella los podía ver, pero ellos  a ella no.

¿Como sería...?

Suspiro viendo su reflejo antes de volverse y mirar al mayor a los ojos.

- El hombre ha dicho que tiene una cuenta pendiente con un Cabello. Por hacer trampa. Lo cual me genera una insatisfacción. Uno de ustedes es el responsable.

- Sin duda, no se refería a mi - se defendió Scott - No he salido tan lejos de estos condados.

- Tu ni siquiera trabajas aquí - Lauren lo apuntó con el dedo - No deberías estar presente.

- Perdón, estaba de paso, solo quería ver como les va a mis hermanos. Y pedir disculpas por lo de ayer.

- No ayudas en nada. Deberías irte. Ya nos vistes, mariposita - espetó Joaquín.

-¿Como ha dicho que se llama el hombre? - otra pregunta por parte de Alejandro, eso exaspero a Lauren.

- Supply, Donald Supply - repitió por tercera vez.

Solo que ahora, Alejandro estaba fulminando con la mirada a Joaquín, quien parecía no querer seguir teniendo aquella conversación.

- Me drogó - dijo en su defensa - Esa mujer me drogo. Juro que no hicimos nada, ese hombre de seguro lo planero para que me casara con su hija. Tu ya sabes lo loco que esta.

Entre El Cielo Y La Tierra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora