Yes, I accept it

79 8 0
                                    

Todo era tan plácido y tranquilo, nunca había sentido un calor tan tibio como este, me envolvía de una forma que hacía que jamás quisiera salir de aquí. Mis ojos se acostumbraron a la luz del sol, frente a mi se mostraba un campo de flores de todo tipo de colores y texturas, era hermoso, incluso diría que divino, seguí el sendero que había entre estos cuando a lo lejos divise una figura caminando hacia mi, no la reconocí en un principio, pero después de un momento, mis piernas corrieron hasta acortar el espacio faltante, una vez frente a el en verdad no podría creer lo que mis ojos captaban.

-Hola mi pequeño, dime me has...-

No deje que terminara de hablar, me abrace a el con todas mis fuerzas y ganas que tenia guardadas de hace tiempo dedicadas solo para él.

-Te amo, te amo, te amo...te eh extraño tanto Bibble, por favor perdóname ese día no quise decir esas cosas yo...-

No pude continuar, las lagrimas me escocían los ojos y hacían que mi garganta ardiera, el no dejo de abrazarme, sus manos se movían de arriba a bajo por mi espalda mientras su mentón descansaba en mi cabeza, se escuchaba como tarareaba una canción poco o nada conocida para mi, quise que este momento durara para siempre, pero sabía que este no era mi momento al menos aun no...tenia personas esperando por mi, personas muy importantes. Sentí como me separo de su cuerpo, solo un poco pero lo suficiente para que el aire se colara entre nosotros.

-Amor mío, aun no es momento de que estemos juntos, Phayu y Phai te necesitan todavía, no me sentiré solo, tengo un buen amigo haciéndome compañía.-

Dirigí mi mirada hacía donde la suya se dirigía, de entre arboles de jacaranda y cerezos un hombre moreno levantaba la mano en forma de saludo, ese era Apo, tantas veces Mile lo describió y algunas fotografías por la sala me permitían conocerlo, pero lo que veía no se comparaba con lo que en verdad era. Regrese mi mirada hacia el divisando una gran y hermosa sonrisa, la misma que veía en mis bebés...la misma que veía en Mile siempre que nuestras miradas se encontraban. Le correspondí, se acerco a mis labios dejando un corto y necesitado beso, susurrando unas palabras parecidas a unas notas musicales. Notas que prometían una espera eterna.

************************

Desperté en una recamara de paredes azules oscuro, tomo un tiempo mientras me acostumbraba a la luz que entraba por las cortinas, escuchaba ruido en la planta baja, risas de pequeños traviesos que lo más seguro estaban viendo alguna caricatura. Me senté en la cama que al toque de mis manos eran reconocibles, no tarde de salir de la cama para dirigirme al comedor, llegando al pie de las escaleras, divise varias personas reunidas alrededor de la mesa, unos gritos infantiles me sorprendieron, alertando de mi posición a los adultos.

En poco tiempo ya tenía a Mile preguntándome si me sentía mareado, si tenía hambre y no se que preguntas mas, Ta no dejaba de decir algo sobre que el se culpaba por no estar en casa, mis hijos estaba al borde del llanto por lo preocupados que estaban, era un caos enorme, al menos hasta que Tong intervino mandándolos a todos a la mesa de nuevo, tomó mi brazo y me dirigió a una silla en el comedor. La comida pasó algo incómoda, seguían preguntándome si me encontraba mejor , en especial Mile, necesitaba hablar seriamente con él, pero lo primero era calmar a los presentes.

-Escuchen todos, la verdad es que ciertamente mi cuerpo me pesa un poco y tengo bastante sed, pero en cuanto a lo demás me encuentro de lo mejor en serio, por favor ya no se preocupen...lo difícil ya paso, Payu, Phai estoy bien, dejen de llorar si, Ta tu también deja al pobre de Jeff tomar un respiro.- todos en la mesa dieron un suspiro mientras bajaban los hombros dejando en evidencia lo tensos que estaban. La comida transcurrió de forma tranquila después de eso.

Yes, I DoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora