La luz del sol brillaba con hermosura, con diferentes tonalidades, entre amarillo, naranja y morado, era la tarde más hermosa que Freen hubiese visto jamás, pero ni si quiera eso era tan precioso como se veían los ojos ámbar de Nong en ese preciso momento. Ella, delicadamente ocultó un mechón de su cabello detrás de su oreja mirando la dulce sonrisa que se creaba en los lindos labios de la menor. La playa detrás de ella se miraba hermosa, ella no hubiese cambiado absolutamente nada de la imagen que estaba observando. Becky y ella se encontraban acostadas sobre un mantel azul celeste sobre la arena, la tarde estaba cayendo, pero más era lo que Freen caía por la niña en frente de ella.
Becky atrapó la mano de la morena antes de que pudiese quitarla y la acarició suavemente con su nariz, haciendo suspirar y reír a Freen. " Nunca podré agradecer a Phi lo suficiente por haberme traído. " Los ojos de Becky se cristalizaron " Una de las cosas que más deseaba era poder estar aquí contigo, y lo cumpliste. Como siempre lo haces. " Becky acercó su rostro al suyo.
" Solo quiero ver a mi princesa feliz. " Freen respondió con suavidad.
" Phi Freen es mi felicidad. " Becky le contestó haciendo a la mayor sentir una cosa en el pecho y el estómago. Becky siempre le hacía sentir así cuándo le decía ese tipo de cosas, solo esa niña era capaz de provocarle ese tipo de sensaciones, de tenerla cumpliendole todos los caprichos, de sonrojarse por las cosas que le decía, de querer estar a su lado todo el día, toda la noche, de tener la maldita necesidad de buscar el contacto físico, incluso cuando a ella nunca le había gustado antes.
Freen solo veía a Becky y quería hacer absolutamente todo por ella, quería ser su todo, quería todo con ella, solo con esa niña pequeña de ojos brillantes y sonrisa adorable " También agradezco todo lo que haces por mi, " Becky entrelazó su mano con la suya " no hay nadie como Phi Freen y yo siempre estaré contigo. " Ella prometió antes de acercar su rostro al suyo mucho más haciendo que los latidos de Freen se aceleraran como nunca antes cuándo la menor se atrevió a acercar sus labios a los suyos poniendo un delicado y dulce beso en ellos que logró hacer a la Tailandesa sentir como si el mundo se detuviera por un instante, e incluso sus ojos se llenaron de lágrimas que no se atrevió a soltar.
" Eres el cielo en la tierra Freen Sarocha. " Rebecca dijo con sus ojos aún cerrados antes de abrirlos levemente, mirándola a los ojos, temblorosa, como si estuviese temerosa por la reacción de la mayor luego de haberla besado.
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Butterflies (freenbeck)
Romance" ¿Por qué si estoy tan cerca de ti siento que estámos cada vez más lejos? ¿por qué siento que cada vez que lo intentamos es como si algo me empujase fuera de tu vida? " Bangkok, Tailandia Rebecca estaba a punto de cumplir sus veinte años cuando s...