Prólogo

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"El simple aleteo de las alas de una mariposa, puede generar un huracán al otro lado del mundo."

Nunca he entendido como funciona la mente, no sé demasiado sobre psicología, y aunque lo supiera, sé que ni si quiera todo el conocimiento del mundo sería suficiente para entender a la perfección como funciona el cerebro

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Nunca he entendido como funciona la mente, no sé demasiado sobre psicología, y aunque lo supiera, sé que ni si quiera todo el conocimiento del mundo sería suficiente para entender a la perfección como funciona el cerebro. Cuando comencé a hablarle a mi madre sobre " Nong ", ella solía pensar que se trataba de un amigo imaginario. Solo tenía ocho años, era completamente posible, pero no podía tratarse de un amigo imaginario común, pues yo veía a Nong solo en mis sueños.

Aún recuerdo la primera vez que la ví y sé que lo recordaré para siempre.

Fui completamente hipnotizada por el sonido de su risa, sus labios rosados, su perfecta nariz, sus ojos brillantes; era la mujer más hermosa que había visto jamás (literalmente jamás), no sé de qué manera pudo mi mente ser capaz de proyectar a una persona que mis ojos nunca habían visto, como si fuese inteligencia artificial, pero lo hizo. En mis sueños, podía ver a Nong, tan radiante, incluso más que el sol que irradiaba su brillante luz justo detrás de ella, acompañado por las grandes y esponjosas nubes. El cielo azul parecía ser un reflejo del mar que se encontraba justo bajo los pies de la hermosa niña de aproximadamente veinte años que parecía estirar sus manos hacia mi.

Estaba tan perdida en su belleza, que parecía haberme quedado sorda por unos minutos hasta oírla llamando " Phi Freen, Phi Freen. No me dejes caer. " Me pedía con una dulce expresión, llena de temor cuando las olas comenzaban a ligeramente tambalearla.

Tan hermosa.

Recuerdo haber estirado mis manos hacia ella, y cuando ella las tomó, sentí que había esperado por ese momento toda mi vida. No era como otros sueños que antes había tenido, no podía controlar lo que hacía o decía, y además, la edad que parecía tener en mis sueños no era la misma que tenía en mi vida real. Lo que hacía todo aún más confuso para mí de lo que ya era. Acaricié los brazos de Nong y la atraje con suavidad hacía mi pecho, quité un mechón de cabello que estaba en medio de su rostro angelical y lo coloqué detrás de su oreja. Ella me sonrió, mirándome fijamente a los ojos y juro que sentí mis piernas temblando como si fuera la realidad.

" ¿Quieres salir? Pareces nerviosa. " Fue lo que le pregunté como si yo no lo estuviera. Pero algo en mi la conocía profundamente al punto de saber que ella también lo estaba.

Parecía una cosa nueva, una experiencia, como si fuera la primera vez estando en la playa.

" Estoy nervioso, pero no quiero salir. " Ella dijo " Si pudiera, me quedaría aquí contigo para siempre. " No podía verme, pero se que lo que dijo me hizo sonreír, sentí cuando mis mejillas se elevaron, e incluso comenzaron a quemar, me había sonrojado.

" ¿Aunque las olas te golpeen? " Le pregunté. La pequeña se rió con suavidad, acariciando mi espalda con sus manos y su toque se sentía tan delicado, tan sublime, que no pude evitar suspirar.

Butterflies (freenbeck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora