Becky no sabía a que hora se había dormido, solo sabía lo mucho que le había costado. Era demasiado difícil para ella intentar dormir estando tan emocionado de tener a Phi durmiendo tan cerca. Era normal para ellas dormir abrazándose, pero nunca de esa manera. Pero había algo. Cuando Becky despertó, aún era de madrugada y ella se sentía extraña.
La respiración suave de Phi estaba en su cuello, su cuerpo pisandola y su pelvis apretada entre sus piernas.
Ella abrió los ojos dándose cuenta de que era lo que estaba sintiendo y su respiración comenzó a acelerarse. Su corazón latió con fuerzas al darse cuenta de que sentía algo raro entre sus piernas, caliente, punzante. De repente, Rebecca se sintió demasiado culpable por sentirse así con Phi Freen.
Freen la trataba como una hermana menor, siempre la cuidaba, la trataba con cariño y estaba ahí para ella cada día, era dulce y suave, de ninguna manera había una excusa para pervertir su comportamiento, pero igualmente, con todas esas cosas, el cuerpo de Becky eligió responder a Freen Sarocha, por más malo que estuviera.
Ella desea a su Phi, con todo su ser. Desde que la vió por primera vez Rebecca se siente atraída por ella, de una manera que jamás había experimentado, Phi fue la única que llegó a despertar sus sentimientos más íntimos y profundos, Becky lo sabe y es por esa razón que no puede acostumbrarse, no puede quedarse tranquila con Freen porque sabe que la mujer es esa cosa extraña que vino para, de alguna manera, cambiar su mundo. Becky se siente mal por haber llegado tan lejos, por estar experimentando aquel deseo cuando su relación siempre había sido inocente, incluso, ella misma era inocente, pero aún con eso, su cuerpo estaba punzando de deseo por la mujer que está encima de ella, y Becky no sabe cómo volver a dormir tranquila. Ni si quiera puede girarse, no puede apretar sus piernas, haga lo que haga sentirá a Freen entre ellas y su excitación empeorará.
Becky levantó su cabeza suavemente y miró entre la oscuridad la silueta del cuerpo de Phi sobre el suyo, la manta amarilla de Shakipiyo no las estaba cubriendo del todo. Becky podría entrar en negación y tratar de excusar sus pechos apretandose contra su camisa con el frío, pero entonces, ¿cómo podría excusar lo mojado y lo caliente? nada. No habían razones para engañarse a si misma, no serviría de nada. Suponía que era normal, ¿no? Solo tenía diecinueve años.
Ella estiró una de sus manos suavemente para tratar de alcanzar la manta, pero suspiró al mirar parte de la espalda de Freen descubierta. Su respiración se atoró en su garganta.
- Quiero tocar. - Fue todo lo que ella pensó antes de simplemente hacerlo.
Becky colocó sus suaves manos sobre la piel de la espalda de Phi, volviendo a suspirar al sentirla, ella acarició suavemente de arriba hacia abajo antes de apretar con la punta de sus dedos tratando de contenerse.
Becky subió las mantas cubriendo mejor sus cuerpos, antes de volver a bajar sus manos para seguir acariciando la suave piel de la mujer encima de ella. Becky se dió cuenta de lo fácil que era volverse adicta a Freen Sarocha y tragó saliva; Becky tenía miedo de seguir descubriendo lo que le estaba pasando, ella tenía miedo de no poder controlar sus sentimientos hacia Phi, su profunda atracción o lo que sea que fuera aquello que sentía. Ella solía pensar que era solo sentimental, una fuerte conexión, algo extraño pero tan profundo que no podía describir con exactitud, pero Rebecca acababa de darse cuenta de que, si consideraba que aquello ya era demasiado grande, pues podía ser peor, pues aquellos sentimientos también eran físicos, ella sentía deseos por Freen.
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Butterflies (freenbeck)
Romance" ¿Por qué si estoy tan cerca de ti siento que estámos cada vez más lejos? ¿por qué siento que cada vez que lo intentamos es como si algo me empujase fuera de tu vida? " Bangkok, Tailandia Rebecca estaba a punto de cumplir sus veinte años cuando s...