Hechizo De Amor ✧ KookTae

02:0 || Acuerdo

TaeHyung recogía los pedazos de su destrozada puerta. Ayer por la tarde aquel alfa lo había tomado desprevenido y su puerta fue una de las víctimas también.

Ayer se había esmerado en limpiar su hogar y recoger tantas cosas. Algunas de sus plantas habían salido muy dañadas, y sus preciadas fresas recolectadas hace tan solo dos días habían quedado aplastadas.

─ Ush, si vuelvo a ver a ese mago juro que. ─ Apretó sus puños con fuerza, negando con la cabeza rápidamente. ─ Que dices TaeHyung, es obvio que no lo vas a volver a ver.

El Omega inhalo y exhaló para tranquilizarse, sonriendo después de haberse olvidado del asunto.

─ Mejor voy a recolectar más fresas, aprovecho que el campo queda cerca. ─ TaeHyung tomo la canasta que estaba a un lado, saliendo de su casa y yendo hacia aquel campo.

Hace unas semanas que se había mudado a aquel lugar, y en cuanto llegó pudo ver un campo de fresas exquisitas, por supuesto busco alojarse cerca del campo y algo lejos del pueblo, y por eso eligió hacer su pequeña cabaña a unos metros.

Supuso que pasaría desapercibido, pero no lo fue el día que un beta se lastimo. Con las indicaciones de su madre, curo al joven beta, y este corrió el rumor de un Omega curandero a las afueras del pueblo.

Y luego un grupo de alfas y omegas lo habían pillado entrenando, y de seguro fueron ellos quienes empezaron a decir que podría superar a un pura sangre.

Saber que aquellos simples rumores casi lo conducen a la muerte le causó escalofríos.

─ Odio los rumores sin duda.

Murmuró. Sonriendo en cuanto el aroma a plantas y a fresas lo rodeo por completo.

Se arrodilló y empezó a recoger algunas, tarareando una canción, pues tenía conocimiento de que las plantas sentían y les gustaba sentirse amadas.

─ Recojan hasta llenar todas las fresas que quepan en las canastas.

TaeHyung se tenso al oír esa voz, buscando irse rápidamente del lugar. Pero su lobo se lo impedía, pues este estaba emocionado de encontrarse de nuevo con el alfa.

De reojo observó como unos cinco guardias empezaron a sacar fresas, y quiso llorar por la brusquedad con la que lo hacían.

─ ¡Hey tú! ─ TaeHyung se asustó, soltando la canasta y volviéndose invisible, pero fue tarde cuando el beta lo tomo de la muñeca y lo hizo levantarse rápido.

Hizo muy tarde el hechizo.

─ Eres el Omega de ayer. ─ TaeHyung volvió a hacerse visible, reconociendo al beta de nombre "HoSeok".

Sí, tenía buena memoria.

─ ¡Señor, encontramos a este Omega por los campos!

Jadeo adolorido cuando el beta lo jalo con brusquedad hacia el alfa, que estaba encima de un caballo blanco.

─ Pero miren a quien tenemos aquí, al mestizo de ayer. ─ JungKook se bajó del animal, acercándose con una sonrisa burlona en el rostro.

─ Me llamo TaeHyung alteza, y yo ya me iba, solo estaba recogiendo fresas.

JungKook alzó una ceja, acercándose un poco y oliendo bien al Omega. Frunció el ceño al solo percibir fresas, ¿ese era su aroma o el aroma de aquella fruta lo había rodeado por completo?

Ayer estaba tan concentrado en atacarlo que no se molestó en sentir su aroma.

─ De solo verte me das dolor de cabeza, ¿no puedes irte a otro pueblo?

TaeHyung volteo la mirada sin hacerle caso, a lo que obtuvo como respuesta un gruñido. De seguro se había ofendido, en fin, alfas.

─ Podemos llegar a un acuerdo, ¿Sabes? ─ TaeHyung fingió que aquel gruñido no hizo a su lobo bajar las orejas, no podía verse vulnerable ahora.

─ ¿Un acuerdo? ─ JungKook rió levemente, negando. ─ ¿A qué acuerdo podríamos llegar tú y yo Omega?

TaeHyung chasqueo la lengua, mirando a los ojos al alfa.

─ Tal vez, yo no me cruzo por tu camino, y tú me dejas en paz.

Era una oferta tentadora para alguien que sin duda no quería ni verlo. Sin embargo, su lobo no estaba de acuerdo, y le estaba reclamando el porque había dicho aquello.

─ Mmh, me parece estupendo, y también no quiero que digas que eres más fuerte que un sangre pura.

─ Trato. ─ TaeHyung se soltó del agarre del beta, extendiendo su mano hacia el alfa.

JungKook la miro por unos segundos, al final cediendo y estrechando sus manos.

Y si ambos sintieron aquella corriente sacudir su cuerpo, ninguno dijo nada.

─ Y esto es un hasta nunca su alteza.

TaeHyung se inclino un poco hacia Jungkook, dándose la vuelta. Recogió sus fresas y su canasta, yéndose lo más rápido que pudo.

Por su parte JungKook miraba por dónde se había ido el Omega.

─ ¿Seguro que fue una buena decisión señor? ─ HoSeok se puso al lado de Jungkook, mirándolo con confusión.

─ Por supuesto que sí, ¿por qué no lo sería?

Y más que contento, se dió la vuelta para volver a subir al caballo, pues las cestas de fresas ya estaban llenas.

[ . . . ]

A unos metros de ahí, andaba una pelirosa, practicando hechizos.

─ Oh, vamos Sana, tu puedes. ─ Se decía a si misma, mientras intentaba invocar aquel hechizo digno de su Clan.