24:0 || La cruda realidad

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TaeHyung había despertado en una habitación diferente. Lo último que recordaba era estar corriendo con su cachorro cuando unos guardias aparecieron.

Todo ocurrió muy rápido, así que dedució que estaba en el castillo del rey Pretov.

Sabía que JungKook sería incapaz de hacerle daño a su cachorro, no era esa clase de alfa. Además, siempre había sabido que JungKook quería cachorros.

Pero JungKook no sabía que Alexandre era su cachorro exactamente.

A pesar de todo, TaeHyung no podía culpar a JungKook. Había engañado al alfa sobre su enamoramiento, no le había dicho la verdad, él tenía derecho a estar enojado.

Tal vez por eso cuando JungKook entró por esa puerta, no pudo ni siquiera pensar en lanzarle algún hechizo.

─TaeHyung, de verdad eres tú.

El Omega suspiró, sentándose en la cama. Sus piernas y todo su cuerpo en general no ayudaban a hacerle frente al alfa.

─Hola JungKook.

El alfa se acercó, y se agachó. TaeHyung miro abajo a JungKook, parecía que estaba de rodillas, pero era obvio que no era así.

Un rey no podía arrodillarse a un simple plebeyo.

─TaeHyung, yo...

─No digas nada por favor ─suplicó el Omega, apartando la mirada─. Quiero ver a mi hijo, por favor.

El rey le dedicó una mirada herida, tratando se tomar sus manos. Sin embargo TaeHyung las alejó.

─TaeHyung, mirame, quiero preguntarte algo. ─El Omega reunió todo su valor para mirar al alfa─, ese cachorro, ¿es mío?

JungKook recordaba bien a TaeHyung e incluso sus manías. Recordaba que cuando el Omega estaba nervioso evitaba la mirada, cuando no quería que lo vieran sonrojado se ocultaba en cualquier lado.

Incluso sabía que cuando no quería responder algo apretaba sus manos, y cuando quería mentir, apretaba sus labios.

Por eso cuando lo vio hacer las dos cosas, supo que aquel cachorro era suyo.

─¿Por qué no me lo dijiste?

─Llévame con él ─ordenó el Omega, negándose a contestar cualquier pregunta.

JungKook suspiro, levantándose y dirigiéndose a la puerta. La abrió y le hizo una seña con la cabeza.

Ambos salieron del cuarto, y JungKook lo llevo a la habitación en donde descansaba el cachorro.

En cuanto entraron, TaeHyung corrió a abrazar a su hijo.

─¡Mi niño! ─El Omega besó efusivamente las mejillas del cachorro, quien correspondió, aferrándose al pelirrojo.

─¡Mamá! ¿Dónde está el tío BoGum?

JungKook apretó sus labios, odiaba tener que escuchar hablar de BoGum. Seguía sin caerle del todo bien.

─No lo sé cariño.

Alexandre arrugó su nariz, la combinación del aroma de fresas de su madre y el de tierra mojada del rey le causaba una paz extraña.

─Mamá, ¿me puedes cantar una canción?

TaeHyung miro de reojo a JungKook, quien no se molestaba en disimular su atenta mirada en ellos.

─¿Cuál deseas cariño?

─Sabes cuál es mi favorita.

TaeHyung asintió, y se acostó con su cachorro en brazos. Ambos compartían la manía de abrazar algo para dormir, así que se abrazaron mutuamente.

Hechizo De Amor ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora