Hechizo De Amor ✧ KookTae

25:0 || Tiempo de perdón

La noche había caído.

Todo el día no había podido concentrarse en sus deberes reales. Su cabeza solo podía recordarle que TaeHyung había tenido un embarazo complicado y casi había muerto por su culpa.

Todo había sido su culpa.

Por eso TaeHyung había pedido que sus recuerdos se borraran. Si su cachorro se enterase, posiblemente lo odiaría.

Y estaría en todo su derecho de hacerlo.

Dejó los papeles de lado, sobresaltado a HoSeok. Últimamente su asistente había tenido que lidiar con todos sus cambios de humor, y lo compadecia en cierta parte.

─Su alteza, sería mejor que vaya a descansar. Su mente está en otro lado, y es mejor que venga concentrado luego de afrontar lo que lo atormenta.

JungKook asintió, pasando sus manos por su rostro, frustrado.

─Sí, gracias HoSeok.

JungKook se levantó, y salió rumbo al pasillo en donde estaba su habitación. Solo que en lugar de dirigirse a su habitación, se detuvo en el cuarto en donde estaban TaeHyung y su cachorro.

La abrió con cuidado de no hacer ruido, logrando ver y escuchar parte de lo que decían.

─Y entonces, vendrá un rey, se dice que este gobernante volverá a construir el reino destruido bajo la mano de la justicia y la verdad.

─¿Y es verdad?

─Bueno, el soldado, el poeta y el rey no es algo con lo que naces, es algo en lo que te conviertes.

El cachorro asintió, fascinado con aquella historia que le habían contado.

─¡Quiero ser el soldado! Quiero acabar con todo lo malo.

El Omega rió, pellizcando la nariz del cachorro con cariño.

─Un soldado muy valeroso mi pequeño.

JungKook sonrió sin querer ante esa escena. Sus piernas volvieron a actuar solas, y entró a la habitación.

Madre e hijo miraron en su dirección. El cachorro parecía reacio a su presencia, pero TaeHyung se veía más que nada nervioso.

JungKook avanzó, cada paso que daba sentía que la carga sobre sus hombros aumentaba. En cuanto estuvo en el borde de la cama, se dejó caer.

Sus rodillas tocaron el suelo con brusquedad, pero ignoró el dolor que tenía. TaeHyung se movía para socorrerlo pero lo detuvo.

El cachorro se alejó un poco, no confiaba mucho en el rey frente a él.

─JungKook que-

─Perdoname TaeHyung.

El Omega abrió a más no poder sus ojos, la cabeza del alfa estaba oculta entre las sábanas, solo podía ver su cabello negro algo desordenado.

El pecho de JungKook subía y bajaba desenfrenadamente, JungKook acaso estaba, ¿llorando?

─Perdóname por favor. ─JungKook tenía la voz quebrada, mientras repetía aquellas palabras.

Alexandre se acercó, su corazón había sido tocado con la acción del rey. Se estaba disculpando por haberlos llevado a la fuerza al castillo.

Claro, eso es lo que pensaba Alexandre.

Pero TaeHyung y JungKook sabían porque lo hacía.

TaeHyung ya deducía que BoGum le pudo haber contado todo. Su amigo no tendría problemas en mostrarle al rey todo lo que habían tenido que pasar juntos.

Tal vez eso no era lo más importante.

TaeHyung solo podía pensar en el hecho de que JungKook, el rey de aquella capital, estaba arrodillado frente a él pidiéndole su perdón.

─JungKook, levántate. ─TaeHyung sentía sus orejas arder de lo avergonzado que estaba, su cachorro estaba atrás, y aunque no sabía que JungKook era su padre, no le gustaba que los viera así.

JungKook negó con su cabeza, sorbiendo su nariz que de seguro ya estaba algo roja.

─No, no puedo ni mirarte a la cara de lo arrepentido que estoy. De todo TaeHyung.

El Omega se bajó de la cama, arrodillándose frente a JungKook y abrazándolo. Obligó al alfa a poner su nariz en su cuello, y soltó su aroma para relajarlo.

JungKook poco a poco se fue calmando, todo esto siendo presenciado por el cachorro quien no entendía nada.

─¿Mejor? ─JungKook no respondió─, JungKook, ¿estás mejor? ─Insistió.

El alfa lentamente asintió, sus ojos rojos fijándose en el pequeño niño quien no apartaba la mirada de ambos.

─Un poco, no puedo perdonarme el hecho de-

─Shsh, hace tiempo te perdone eso.

La verdad era que ni siquiera lo había perdonado porque no lo culpaba de nada. JungKook no lo había obligado a no defenderse, JungKook no lo había obligado a mentir.

Hace tiempo no perdonó nada, pero ahora, ahora lo hacía. Porque JungKook se culpaba de algo que ni TaeHyung le reprochaba.

─Gracias, TaeHyung... gracias.

─¿Puedo saber que ocurre aquí?

Ambos mayores voltearon a ver al infante.

Alexandre tenía los brazos cruzados, un lindo puchero siendo presente en sus labios.

─Alexandre... ─Murmuró JungKook, secando sus lágrimas. Extendió su brazo hacia el cachorro.

El niño se acercó dudando. Sintiéndose más seguro cuando su madre lo abrazó con cariño.

─Perdóname tu también. Por todo, perdón por obligarlos a venir aquí sin su consentimiento. ─JungKook bajó la mirada avergonzado.

No había sido propio de un rey aquella acción.

─Lo perdono alteza.

JungKook despeinó el cabello del niño. Alexandre rió, le gustaba cuando hacían eso.

TaeHyung por su parte sintió un cosquilleo en su estómago. Ver a su cachorro y a JungKook, juntos, le producía una sensación inefable.

Sin embargo, no sabía cómo decirle a Alexandre que su padre era el rey JungKook.

Estaba en problemas.