—Iré a buscarte —exhalo con fastidio, repitiendo en voz alta, lo que él dijo antes de irse.
Estoy mirándome en el espejo de la sala, colocando el abrigo número tres sobre mi pecho, sin usarlo realmente, solo hablando sola.
Lee Rang ha comprado, bueno, en realidad ha sido Jeon, quien además me trajo a casa, tres preciosos abrigos para mí.
Uno en un color azul oscuro, uno en azul claro… No sé qué tiene con el color azul y uno en color crema.
Aunque son bonitos, planeo devolverlos, no hay manera de que yo me los pueda quedar.
—Debo devolverle las prendas —reflexiono, mirando mi reflejo, posando con el abrigo azul claro sobre mi pecho. Resalta el color de mi piel—. Aunque, son hermosos… ¡No! ¿qué estupidez estás pensando, Hal?
Devuelvo el abrigo a la bolsa de Chantis, como si me quemara y la observo, pensativa.
Esa bolsa es de la misma tienda donde fui a dejar mi currículum y no lo aceptaron. Vaya, son carísimos entonces, porque en esa tienda todo es caro.
—Con mayor razón debo devolverlos —me hablo a mí misma, mirándome en el espejo. Ya debo parecer una lunática, hablando sola.
Cruzo los brazos en mi pecho, sólo vestido por mi sujetador negro.
Han pasado dos horas desde que Jeon, el mismo me pidió que lo llamara así, me trajo a casa.
Mamá está dormida desde que llegué, seguramente cansada y decidí no despertarla, por lo que, pese a mi desastre interno, trato de hacer silencio. Y aunque quiero gritar, gritar mucho, me contengo lo mejor que puedo.
Poso mi vista en mi pecho, blanco en ciertas áreas, debido a la crema que Lee Rang puso sobre mi piel y pienso en él…
Y aquí vamos otra vez.
Si no podía superar que me tocó la barbilla cuando lo conocí, menos podré hacerlo ahora, que estuvo entre mis piernas, deshaciendo los botones de mi blusa.
Sus dedos en mi piel, su aroma helado a mi alrededor, sus labios…
—¡Por Dios, Hal! Es sólo un tipo guapo y ya… —Y amable y lindo y educado.
Dios, de todo, lo que más me molesta, son los pensamiento subidos de tono que llegan a mi cabeza con sólo imaginarlo cerca de mí. Sólo llevas un día que lo conoces ¡loca!
—No te gusta —señalo mi reflejo, con ojos muy abiertos.
—¿Quién es guapo? —La voz de mamá me hice saltar en mi lugar y volteo a mirarla con horror.
Ay, dios, seguro escuchó todas las cosas que dije.
Cambia la conversación si pregunta, sí, haz eso. Me digo.
—Mamá, qué bueno que estás despierta, ¿cómo es…?
—Estoy bien —sonríe con cariño y camina hasta el sillón, para dejarse caer con cuidado—. No ignores mi pregunta.
—¿Pregunta? Oh, mira lo que te traje…
Corro hasta mi abrigo viejo y saco una paleta con forma de corazón. Mamá las ama.
Me la obsequió el doctor que me atendió.
—Ay, cariño —mamá sonríe, tomando la paleta, con una expresión de dulzura—. Estás tan sonrojada y nerviosa… A Hal le gusta un muchacho.
Afirma, abriendo la paleta con forma de corazón y tras levantarla en mi honor, procede a comerla.
Mamá siempre sabe leerme, ¿ya qué sentido tiene escapar?
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Enamorada del CEO [PAUSADA]
Romance¿Y si tuvieses que vender tu virginidad para ayudar a tu madre? Hazel es una chica dulce e inocente, para ciertos temas. Hasta que Lee Rang entra en su vida, un exitoso y guapo multimillonario, quien se sentirá atraído hacia ella de una manera inexp...