capítulo 2

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El hombre camina hasta el estrado y, justo como yo hice la noche anterior, delante de él y el señor del taxi, se inclina a modo de saludo.

Y los suspiros de las chicas no se hacen esperar, además de que lo miran como si quisieran morderlo.

—Es tan guapo.

—¿Creen que sea casado?

—Oh, quiero que mis hijos sean suyos.

Y los murmullos detrás de mí siguen y siguen.
 
—El guapo que viene detrás de él es Park Jeon, mano derecha del sexy señor Lee —Cuchichea Danna, emocionada y mi atención va directo al hombre que estuvo en mi casa esta mañana, para entregar mi abrigo. Él se encuentra muy cerca de Lee Rang.

Quizá no me equivoqué al pensar que él era el secretario de aquel hombre.
 
Oh y el rector de la universidad también se encuentra en la sala

—Es un placer darle a todos la bienvenida. Ustedes son el futuro de este mundo y siempre será un placer ver cada año nuevas caras —habla el señor Hilarion, con su mirada fija en nosotros.

Lee Rang no se ha percatado de mi presencia y espero que no lo haga, además, la sala es lo suficientemente grande como para que se fije en mí.

Lo que me infunde algo de valor.

Que haya enviado mi abrigo a casa y que dejara un mensaje con su secretario, donde sarcásticamente me agradecía por avisarle que llegue a salvo, no significa nada...

Inhalo hondo y me centro en su rostro, en la delicadeza de sus facciones y lo suave que promete ser su cabello.

 Él lleva anteojos finos y estos resaltan su rostro, haciéndolo lucir adorable.

Adorable y guapo.

¿Por Dios, qué hace aquí? Y ¿un tipo multimillonario? ¿Cómo es que él pudo defenderme anoche? Me impresiona que él se haya compadecido de mí.

—Este año yo estaré impartiendo clases de procedimientos administrativos, contabilidad y un poco de administración estratégica, los días lunes, miércoles y viernes —explica y mi boca cae abierta.

¿Qué? Siento que mi presión baja y quiero correr lejos del salón, pero eso sólo llamaría la atención.

Por dios, ¿cómo voy soportar mirarlo tres veces a la semana sin que me de un infarto? Me muero de la vergüenza.

¡Y el mensaje que le envié! Oh, por toda la odisea.

Me hundo en mi asiento tratando de ocultar mi rostro, porque este podría caerse de vergüenza y Danna frunce el ceño.

Le invité un café a ese hombre guapo y multimillonario, que además pagó mi taxi a casa y me defendió de mi jefe abusivo...

Y que tocó mi mentón con manos delicadas.

Oh, me lleva, ¿qué está pasando?

Y me hundo más en el asiento y mi labio inferior tiembla.

Un miserable café y ahora resulta que es mi profesor y un CEO multimillonario.

—¿Estás bien, Hal? ¿Te sientes mal? —Danna acerca su cuerpo al mío, para abanicar mi rostro y cuando trato de apartarla, ya que llamamos la atención,  pues al parecer somos las únicas en movimiento en toda la bendita sala, gran parte de los alumnos voltean a mirarnos.

Y eso es suficiente para llamar la atención del profesor y de él...

—¿Algo va mal? —inquiere su voz profunda y quiero ocultar mi rostro, no quiero que él me vea, pero Danna hace que eso sea imposible, sin contar que todos los ojos están puestos sobre nosotras... Incluyendo los serios ojos de Lee Rang.

Enamorada del CEO [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora