Capítulo 17

127 12 1
                                    

Inhalo hondo y me acuesto en la camilla.

 No es la primera vez que vengo con un ginecólogo, pero sí ha pasado un tiempo desde la última vez, además, una parte de mí se siente un poco culpable por venir luego de… Ya saben.

Lee Rang espera afuera, él solo se puso de pie, besó mis labios y me deseó suerte, antes de salir de la habitación.

Sentí mis mejillas calentarse por la muestra de cariño, bajo la mirada profesional de la ginecóloga, que por cierto, en primer momento miraba a Lee Rang como si fuese algo comestible. Pero no puedo juzgarla, yo hago lo mismo.

Me asusta lo familiar que se sienten esas pequeñas muestras de afecto con él.

—Tranquila, es mas sencillo de lo que parece —me sonríe la doctora y yo solo asiento, tensa.

No puedo evitarlo, aunque quiera.

Luego de salir de aquí y de que me asignen un método anticonceptivo, iremos a la empresa a, finalmente, empezar con mi día de trabajo.

Como dije antes, hoy he hecho de todo, menos trabajar.

El proceso comienza y cierro los ojos con fuerza al sentir una pequeña punzada de dolor.

Dios, que ya pare… Aunque, inevitablemente, los recuerdos de la noche anterior y el día me asaltan y me cubro la cara con la manos, apenada.

—¿Duele mucho? No te preocupes, terminaré en un segundo.

—Estoy bien —balbuceo, con la respiración entrecortada.

Esto es demasiado para mí.

“Estoy bien”, repito dentro de mi cabeza, una y otra vez, tratando de que sea verdad.

. . .

La cita con la ginecóloga fue mejor que bien, me asignaron un anticonceptivo y debo volver para consultas futuras.

Me pregunto si vendré con él también…

—Es doloroso verte y no poder tocarte.

—¿Cuándo he dicho que no puedes tocarme? —Levanto una ceja, estamos afuera de la clínica, esperando a que Jeon venga por nosotros.

—Dijiste que no podía darte muestras de afecto en público —se queja, mirando al cielo, con las manos en los bolsillos de su pantalón, es tan berrinchudo y serio a la vez.

Sonrío y me acerco un paso a él, llevo los tacones de la noche anterior, lo que me da un poco de ventaja en cuanto a altura, pongo mis manos sobre su pecho y de puntillas, dejo un beso en sus labios.

Lee Rang cierra los ojos y acepta mi caricia, no se mueve, permanece quieto y pongo un segundo beso en sus suaves labios. Él sonríe, feliz y satisfecho. Me causa impresión que un hombre que lo tiene todo, sea feliz con tan poco.

—Si no fuera porque no quieres que nos vean en público y decidiste ser mi empleada, para la semana que viene, ya serías mi esposa.

Mi corazón late enloquecido y doy un paso atrás por inercia. Me sonrojo.

—Sabes porqué…

—Lo sé, señorita Mason —su voz es suave cada vez que pronuncia mi nombre, ya sea en voz bajo, o con autoridad, para pedirme que me siente sobre sus piernas o simplemente entre gemidos. Pero siempre es suave, como si yo fuese algo especial, valioso.

¿Soy valiosa o solo un juguete? No, ni siquiera tengo derecho a pensar así, él siempre me ha tratado con respeto y, aunque me duela admitirlo, pero amo que sea así, con cariño.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 30, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Enamorada del CEO [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora