Capitulo 14

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No podía recordar con exactitud cuando todo cambio para mal, si bien no todo eran rosas y pastelillos no recordaba cuando mi propia madre comenzó a sentir eso de nuevo o cuando volví a necesitar un cigarro para desahogarme, me cuesta creer que todo se volvía a caer a la mierda....

19/11/2007

Solo observaba su comida sin lograr entender muy bien lo que decían sus progenitores hacia sus tíos y su prima quien lucía como nueva como si su problema con su madre ya no estuviera, lo cual lo hacía feliz pero el no lograba centrar su atención en la plática o inclusive probar un bocado aún con todo lo que ocurrió en hace una semana en aquella miserable fiesta no mejoro en absoluto pues su madre nisiquiera lo miraba o decía algo, mientras su padre intentaba buscar algo para hablar con su primogénito pero el solo lo ignoraba y se iba, con su esposa consiguió un perdón pero solo eso y el no entendía el porque ahora su madre y padre actuaban como un matrimonio fabuloso cuando en la realidad nisiquiera parecían interesarse por el otro.

—Viktor — el mencionado solo tenía su vista centrada en el plato de comida sin escuchar a su prima quien miro preocupaba al joven.

— Viktor —lo llamo de nuevo, llamando la atención de los adultos, el azabache la observó haciendo leve "mmh?".

— Come Viktor, se enfriara —hablo su madre, pero nisiquiera eso le abrió el apetito, el miro la comida, mientras en el comedor un silencio incómodo comenzaba.

Lo único que sentía Viktor en ese instante eran náuseas, no porque la comida fuera mala si no su estómago era un lío, el era un lío.

—No me apetece comer, perdón — se levantó de la mesa, bajo la mirada de sus progenitores y tíos aún incómodo por todas las miradas.

Camino hacia las escaleras escuchando a su madre disculparse por el, el subió las escaleras y entro a su habitación cerrando la puerta detrás suyo, se dejó caer en la cama hundiendo su cara en la almohada, no estaba nada feliz esta última semana, no era para más, actuaban como si nada malo pasará, un sonido de notificación de hizo presente en la silenciosa habitación, soltó un suspiro y rebusco debajo de su almohada encontrando el aparato, lo encendió mirando por las barras de notificaciones un mensaje, desbloqueo el celular y le dio click al mensaje.

Helios

hola Viktor, ¿Cómo estás? :3

no muy bien, ¿estás ocupado?√√


no lo estoy, ¿Necesitas algo vik?

¿vendrías por mi?√√

claro Vik, en 30 minutos paso por ti

gracias Helios√√

no es nada ^^

Fue el último mensaje que se mandaron, apagó el celular y se levantó con pereza para tomar algunas cosas sobre todo dinero,debía invitar a cenar a Helios por cada favor que le hacia, eran un chico lindo que lo hacía sentir bien cada que estaba con el, sus mejillas se tiñeron de color carmín y nego con la cabeza, para seguir, dejo la mochila sobre su cama, escuchando unos leves toques en su puerta, observó la puerta, sabía que no iba a venir nada bueno si abría la puerta pero seamos sinceros, nada era bueno con el, abrió la puerta mirando a su prima, aquella niña que se veía más que feliz por tener a una madre que si la amaba pero ahora tenía su rostro serio.

Un jodido día más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora