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𝐏𝐎𝐕. 𝐉𝐀𝐊𝐄
El bosque de Pandora tiene muchos peligros, pero lo más peligroso que tiene Pandora, es que puedes enamorarte de ella.
Cantamos un cordón musical para recordar, cada cuenta es una historia en nuestras vidas.
Una cuenta cuando nació nuestra primer hija.
Todo el clan nos rodeaba, incluyendo a Norm. Miré el rostro de la pequeña bebé na'vi en mis brazos, notando cómo sus lunares luminiscentes brillaban intensamente, tenía los ojos de Neytiri.
Una sonrisa se dibujó en mis labios y la levanté sobre mi cabeza.
─── Utra'nati. ───dije, viendo como movía sus pies y manos
─── Utra'nati. ───repitieron todos al unísono
Una cuenta cuando nació nuestro primer varón un año después, lo llamamos Neteyam.
Ese mismo año, meses después del nacimiento de Neteyam, adoptamos a Kiri, por quien pusimos otra cuenta. Nacida del avatar de Grace. Una hija cuya concepción fue un completo misterio.
Una cuenta por la primera comunión con Eywa, en el Árbol de las Almas.
El pueblo dice que vivimos en Eywa, y que Eywa vive en nosotros. La Gran Madre lleva a todos sus hijos en su corazón.
Ser feliz es fácil. Un soldadito como yo descifró el código. En poco tiempo ya teníamos cinco.
Cuando enviamos a las personas del cielo devuelta a la tierra, algunos se quedaron. Científicos leales a los na'vi.
Y luego estaba Spider. Se quedó varado aquí, muy joven para una criocápsula. Cómo huérfano de la guerra, los científicos lo criaron. No era parte de nuestra familia, era como un gato callejero, siempre estaba ahí. Inseparable de nuestros hijos.
Para Neytiri, siempre sería un alien, uno de ellos.
Le llevó unos años a mi cabezota aprender la lengua, ahora que la escucho, ya me suena natural.
─── ¡Te odio! ───soltó Lo'ak, sosteniendo el juguete con ambas manos
─── ¡Pues yo te odio hasta el infinito, Lo'ak! ───gritó Kiri, sin dejar de forcejear─── ¡Cara de escroto!
─── ¡Oigan! ¡Oigan! ───dije, los dos me miraron─── ¡Ya basta! No me hagan ir allá.
Pasa muy rápido, como un sueño. La felicidad es simple, como una cita, una cita sin hijos.
Pero la cosa con la felicidad, es que se puede ir en un segundo.
Una nueva estrella nocturna solo significaba una cosa. Naves desacelerando. Las personas del cielo regresaron.
Esa noche, cuando Neytiri y yo intentábamos huir de las llamas de las naves, algo le pasó a Utra'nati. Ni siquiera Mo'at sabía lo que le sucedía. Neteyam, Kiri y Lo'ak dijeron que solo lloraba y gritaba, tocándose el pecho con ambas manos.
Cuando volvimos a la aldea estaba dormida, Tuk descansaba junto a ella; pero Särangal, el enorme Palulukan que vivía con nosotros gracias a nuestra hija mayor estaba histérico, no dejaba de gruñir y se mantenía cercano a Utra'nati.
Cuando él estaba, ni siquiera Neytiri era capaz de acercarse a nuestra hija.
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