Capítulo 26: ¿Me He Perdido Algo?

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Mimi está fregando los platos y mientras yo ayudo a su madre a recoger la mesa, pues ya hemos acabado de desayunar. Pepi lleva todo el rato mirándome raro, con una sonrisa que no entiendo pero que ha hecho de Miriam se sonroje. Eso me recuerda a lo que me dijo mi chica de "dale las gracias a tu suegra". Quizá sepa más de lo que parece. Al menos no ha dicho nada, porque el que me da miedo, es mi suegro. Ya está siendo mucho más simpático conmigo, pero aun estoy procurando ser prudente. Me gustaría conservar mi cabeza donde está, sobre mis hombros.

- Pablo, querido, ¿puedes traer el escobón y el recogedor? - Me pregunta Pepi, que me sonríe con mucha ternura.

- Claro. ¿Dónde está?

- Arriba, en el cuarto donde están todos los trastos y las cosas de limpieza. Final del pasillo a la izquierda.

Asiento con la cabeza y me dirijo hacia donde ella me indica. En realidad, la casa no tiene muchas habitaciones, pero sí es grande. Abajo están el salón, la cocina que es comedor también y el único baño de la casa. Y arriba, están las habitaciones y el cuarto adonde tengo que ir ahora. Lo raro es que hay cuatro puertas, así que hay una que no sé de qué es, porque está el cuarto de Mimi, el de sus padres, el cuarto de trastos, y... ¿El otro de qué será.

Me quedo parado frente a la puerta que me ha indicado mi suegra, pero siento el impulso de girarme para entrar por la puerta que tengo detrás. Esa misteriosa puerta que probablemente sea una habitación de invitados y yo estoy aquí comiéndome el tarro tontamente.

Desde que conozco a Miriam, la prudencia no es algo que haya practicado a menudo, así que dejo que la curiosidad me venza y me dirijo a la otra puerta. Giro el pomo despacio, y empujo la puerta muy suavemente por si cruje mucho la madera. Cuando abro y me asomo al interior, me quedo tan sorprendido como extrañado. 

De primeras, es una habitación más con su cama y sus muebles. Pero es la decoración la que me deja pasmado. El escritorio está lleno de figuritas y de cuadernos, las paredes están cubiertas de pósters y de las manijas del armario cuelgan camisetas. Y tanto los pósters, como las figuritas, y las camisetas, tienen algo en común: son del Barça. Incluso hay una bufanda del equipo colgando del cabecero de la cama.

Muy confuso, me acerco al escritorio. Hay figuras de Xavi, de Puyol, de Iniesta, de Messi, de Villa, de Neymar... Incluso hay algunas de la selección del 2010,  esa selección a la que tanto cariño le tiene Miriam. ¿Sería esta su habitación? Miro las paredes, y no resuelvo nada. Pósters de Messi, Puyol y Xavi reinan el cuarto. Y se me hace raro ver a mi entrenador ahí, tan joven. ¿Cómo puede haber una habitación llena de cosas del equipo blaugrana cuando mi suegro parece odiarlo a muerte?

Lo siguiente en lo que me fijo mejor son las camisetas. Son las firmas originales de los futbolistas. Incluso en una que también es de España hay varias de distintos jugadores de la selección. Incluso Casillas.

No estoy entendiendo nada. La misma teoría se repite en mi mente; esta habitación era de Mimi y algo le pasó que dejó de ver el fútbol. Alguna que otra vez ha insinuado que, por mi culpa, se estaba arrimando de nuevo al fútbol. Entonces, ¿ella era una culé de pies a cabeza y dejó de serlo de un día para otro? Aunque es mi única teoría viable, me sigue pareciendo muy raro.

- ¿Qué escondes, Miriam? - Pregunto para mí mismo, acercándome a la mesita de noche, donde he visto que hay varios retratos.

La foto que más me llama la atención es una en la que salen tres personas. Un chico, una chica, y una niña. Las dos se parecen una barbaridad, pero juraría que la niña es Miriam, mi Miriam. Están en un estadio, uno que reconozco. Ahí se jugó la final de 2010. ¿Mimi estuvo allí? ¿Quiénes son esos dos que la acompañan? Miro la foto que hay al lado, y esta vez veo sólo a la pareja. Llevan camisetas del Barça y parece ser que están viendo un partido Barça-Betis, a juzgar por las personas que salen al fondo con camisetas del equipo sevillano.

Imprudente // Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora