The Last of Us: La historia de Sarah y Ellie.

La represa de Tommy.

Tardaron varios meses en llegar hasta Wyoming. Vivieron todo tipo de aventuras en el camino, desde infectados hasta cazadores. Aun así, Sarah no perdía el buen humor ni el optimismo, cosa que mantenía al grupo fuerte. A mediados de octubre y principios de otoño, llegaron hasta Jackson County en medio de una tarde muy fría y lluviosa. Todas llevaban chamarras gruesas que habían tomado "prestadas" de los cazadores.

-Jackson County-leyó Ellie en un letrero-. Significa que estamos cerca de Jackson City, ¿correcto?

-Correcto, pecosa.

-¡Guau! ¡Miren todos esos árboles!-señaló Amber.

-Le encanta la naturaleza-dijo Morgan-. Siempre hemos soñado con acampar en un bosque como esos.

-Tal vez cuando lleguen a Jackson puedan hacerlo-dijo Sarah.

-Tal vez-dijo la castaña mayor-. Las... echaremos de menos.

-Igual nosotras-dijo Ellie-¿No es así, Sarah?

-Así es, Ellie-dijo Sarah-. Nunca creímos que encontraríamos tan buenas amigas en este mundo.

-Pero lo hicieron-dijo Amber-. Te voy a extrañar, pecosa, eres mi mejor amiga.

-¡No me digas así!-preotestó Ellie-¡Sólo Sarah tiene permiso de decirme así!

El grupo se rio y siguieron avanzando.

-¿Y qué pasó con Tommy?

-¿A qué te refieres, Ellie?

-Es decir, ¿por qué se fue?

-Ah. Bueno, mi tío y mi padre fueron soldados en la guerra de Irak-explicó Sarah-. Regresó a casa como un héroe, pero mi tío no se sentía así. Pensó que, no sé, que podía haber hecho más por el mundo. Cuando todo colpasó, pasamos años luchando, sobreviviendo, haciendo lo que fuera necesario sin cruzar ciertos límites. Pero aún no se sentía satisfecho. Luego conocimos a Marlene, nos invitó a unirnos a su milicia pero la rechazamos. Todos excepto él. Marlene le dio esperanza y Tommy nos dejó. Odio admitirlo, pero es lo que él siempre hace.

-¿Y la última vez que lo viste qué pasó?

-Nos separamos en buenos términos, aunque mis padres estaban algo enojados con él por dejarnos. Sea como sea, espero que esté bien.

-Después de Jackson lo encontraremos-dijo Ellie-. Y aunque no sea así, lo lograremos.

-Por supuesto que sí-Sarah y Ellie chocaron los cinco.

Llegaron hasta una represa que rodearon sin muchas dificultades. Pero llegaron hasta una puerta que por más que empujaban no cedía.

-¡Suelten sus armas!-ordenó una voz femenina desde lo alto-¡Y díganle a las niñas que ni piensen en buscar las suyas!

Sarah volteo hacia arriba y tragó saliva. Varios hombres bien armados liderados por una mujer de cabello castaño corto les estaban apuntando.

-Ellie, Amber-la rubia retrocedió hasta quedar junto a las niñas y ella y Morgan las pusieron detrás de ellas-, hagan lo que la dama dice.

Las chicas bajaron sus armas y levantaron las manos.

-Díganme que están perdidas-les pidió la mujer.

-Sólo queremos pasar-dijo Sarah un poco más confiada al ver que no les dispararon a la primera como la mayoría de las personas en la actualidad, aunque no terminaba de confiarse-. No sabíamos que estaba ocupado.

-¿Adónde se dirigen?-preguntó la mujer.

-Está bien, son amigables-dijo una voz conocida para Sarah.