Complejo Lakeside. Parte 1.

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Pasó un mes. Ya estaban en invierno, cerca de Navidad. Menuda forma de pasar las fiestas navideñas, pensaba Ellie.

Hacía algún tiempo, la niña había aprendido a manejar el arco con mucha facilidad, lo cual resultó ser una ventaja cuando se les acabó el alimento y tuvo que salir a cazar. 

Con destreza logró darle a un par de liebres. Aunque aquello sería suficiente para en la noche, pensó que lo mejor sería conseguir más comida para no tener que salir por un tiempo, ya que sabía lo peligroso que era estar fuera.

En eso, vio a un ciervo no muy lejos de donde estaba. Tomó su arco y se acercó con cautela. Respiró, tomó aire y... ¡SWIIISH! La flecha dio directo en un costado del animal. Éste logró alejarse un poco, pero Ellie lo alcanzó y le lanzó otra flecha, matándolo. 

Al acercarse para llevárselo, escuchó pasos detrás de ella. Volteo asustada y con el arco tenso.

-¡¿Quién es?!

Un par de hombres salieron de entre los árboles. El mayor, y que parecía ser el jefe, fue el primero en hablar. 

-Hola... solo queremos hablar.

Se acercó, pero Ellie tensó todavía más el arco.

-Un movimiento en falso y te pondré una entre los ojos-apuntó el arco hacia el otro hombre-. Y lo mismo para tu amiguito. ¿Qué quieren?

-Eh, me llamo David-dijo el mayor-, este es mi amigo, James. Pertenecemos a un grupo más grande, con mujeres, niños. Tenemos mucha, mucha hambre.

-Yo también-Ellie pensó que lo mejor sería mentir. Después de todo, Sarah le había advertido lo peligroso que era confiar en extraños-. Mujeres y niños. Todos con mucha hambre también.

-Bueno, tal vez podríamos, eh, hacer un intercambio por esa carne-propuso David-¿Qué necesitan? Armas, municiones, ropa...

-¡Medicamentos!-Ellie seguía sin fiarse en absoluto de aquellos hombres, pero necesitaba medicina para su amiga rubia-¿Tienen algún antibiótico?

-Sí-dijo David-. En el campamento. Puedes seguirnos...

Se acercó pero la niña retrocedió sin dejar de apuntarle.

-¡No los seguiré a ninguna parte!-señaló con la cabeza a James-. Tu amiguito puede ir. Si vuelve con lo que necesito, el ciervo es suyo. Si aparece alguien más...

-Me pondrás una entre los ojos-terminó David, asintiendo.

-Correcto.

David volteo hacia James.

-Dos botellas de penicilina y una jeringa. Que sea rápido.

James parecía que iba a protestar, pero Ellie le apuntó.

-Ve-le ordenó David. Sin más remedio, James partió.

Ellie volvió a centrar su atención en David.

-Me llevaré ese rifle.

David no puso resistencia.

-Está bien-dijo lanzándole el arma a sus pies, pues ya se había dado cuenta que la chica no lo quería cerca de ella.

-Retrocede-le ordenó Ellie. Rápidamente guardó el arco y tomó el rifle, cargándolo y volviendo a apuntarle.

-Probablemente se demore un poco-dijo David y señaló una cabaña-¿Te importa si nos ponemos al resguardo del frío?

Ellie asintió. Pero sólo porque ella también se estaba muriendo de frío. Señaló al ciervo.

-Tráelo con nosotros.

The Last of Us: La historia de Sarah y Ellie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora