The Last of Us: La historia de Sarah y Ellie.

Complejo Lakeside. Parte 2.

Al día siguiente, cuando Ellie despertó, vio que Sarah la estaba observando, acariciándole el pelo.

-Buenos días, pecosa.

-Buenos días, rubia.

Sonrieron. Sarah se veía mejor, pero aún le costaba un poco moverse.

-¿Te puedes levantar?-le preguntó Ellie, preocupada.

-Sí, sólo...-Sarah hizo un esfuerzo-dame un segundo.

-Ven, te ayudo.

Ellie logró que Sarah se pusiera de pie. Se tambaleo un poco, pero logró mantenerse de pie. Definitivamente estaba mucho mejor que en las últimas semanas.

-Deberías ser enfermera-dijo Sarah-. De no ser por ti estaría muerta, gracias.

-Te la debía-dijo Ellie-. Con tantas veces que me salvaste, yo debía salvarte aunque sea una vez.

Sarah le sonrió agradecida.

-Pásame el mapa-pidió-. Un menos diez para Colorado, no volvemos aquí nunca. Ahora...

De pronto, escucharon voces afuera. Asustadas, ambas se asomaron por la ventana. Había un grupo de hombres afuera, buscándolas.

-Oh, rayos-Ellie había olvidado cubrir sus huellas-. Me rastrearon.

-¿Quiénes?

-Los tipos que me dieron la medicina-explicó Ellie-. Puede que hayamos matado a algunos de sus amigos en la universidad.

-Tenemos que irnos, ahora.

Salieron por la parte trasera. Pensaron que podían esquivarlos, pero se equivocaron.

-¡Tengo a la niña!

Uno de los tipos intentó llevarse a Ellie.

-¡Suéltame!

Ellie lo apuñaló en la rodilla y Sarah terminó disparándole.

-¡Vayan a la parte trasera!

-¡Ellie, sube!-Sarah montó a Callus con la niña detrás de ella-¡Arre!

Escaparon en medio de una lluvia de disparos. Mientras huían, algunos de los cazadores intentaron subirse al caballo pero pudieron tirarlos.

-¡Estos tipos de verdad quieren matarnos!

-¡No mires, Ellie! ¡Mantén la cabeza abajo!

Pero justo cuando cruzaban por una pendiente inclinada, un disparo le dio a Callus en la cabeza, haciendo que las dos cayeran.

-Mierda...

Ellie corrió rápido hacia Sarah.

-¡Sarah! ¡¿Estás bien?! ¡Tu herida...!

-¡Estoy bien, sobreviviré!-dijo la rubia tomando sus cosas-¡Lárguemonos ya de este maldito lugar!

Corrieron hacia unas cabañas y se refugiaron mientras los hombres de David seguían buscándolas.

-¡Entraron en una de las cabañas! ¡Registren el área!

Mientras se escondían, escucharon la conversación que aquellos hombres sostenían.

-¿En verdad las mataremos? David las quería con vida.

-Esa no es su decisión. James me dijo que es la chica de la universidad-le replicó otro de los hombres-¿Cuántos de los nuestros mataron esas perras?

-Oh, mierda. No sabía que habían sido ellas.

-Al diablo con David. Matémoslas y ya.

-Lo que sea, hágamoslo rápido, me quiero ir a casa, me estoy congelando.