Help my restaurant! - Volkacio

CAPÍTULO 7

El lunes llegaba con total normalidad para los habitantes de la ciudad de Los Santos, Viktor terminaba su desayuno mientras terminaba de vestirse con su habitual uniforme de chef. Por alguna razón se había preocupado de su apariencia un poco más. Incluso peino su cabello gris hacía atrás dándole un aspecto más serio.

Se dijo que era para que Maia lo tomará en serio, pero quizás se lo decía para no aceptar la verdad que buscaba impresionar a cierta persona. Greco entro al apartamento con su copia de la llave del apartamento para traer a su amigo. Se solían encontrar con mucho margen de tiempo previo a alguna grabación o compromiso, primero porque al barbudo le gustaba robar un poco del desayuno que preparaba el ruso y segundo, porque aprovechaba el tiempo para citarle a Viktor los compromisos laborales de los próximos días con la cadena de televisión.

Una vez acordados los puntos más importantes del día salieron a traer a Eduardo, el camarógrafo junto a su inseparable amigo Gastón. Estos estaban en el pasillo esperando por sus jefes, tenían el equipo ya en mano en un bolso para transportarlo de manera más cómoda.

Una vez llegaron al restaurante, colocaron el micrófono a Volkov listos a realizar las tomas desde la entrada del chef y lo acompañaban la mayoría del tiempo en La Tradizionale. Tenía mucho tiempo de trabajar con los chicos estos conocían muy bien los planos que más le agradaban al chef.

La mañana paso sin mayor complicación, Volkov hablaba con la familia Laurent Pérez sobre algunas propuestas en el cambio del menú, así como la supervisión del trabajo que hacía el equipo de cocineros durante el turno correspondiente al almuerzo, como siempre tuvo roces con Dex por cosas tan simples como la preparación de la pasta. Cada vez que sentía las ganas de sacar a patadas a ese hombre de la cocina se refugiaba en la opinión de Horacio.

Es más, por minutos olvidaba el programa y se quedaba a su lado viéndolo cocinar. Charlotte no perdía el detalle sobre el comportamiento del ruso, más no lo interrumpía porque su apoyo en la cocina hacía que los trabajadores se disciplinaran un poco más por la presión de tener a tan reconocido chef a sus espaldas. A su criterio sin la presencia del pelinegro todo fluiría mejor, claramente no era su único problema, pero tener a alguien más preparado podría ayudar mucho más.

Para la familia Laurent Pérez no era fácil el proceso, por las noches sin la compañía de las cámaras se podía sentir la tensión entre los miembros de la familia con Maia. Sin embargo, Charlotte y Andrés habían insistido que ella no terminará el acuerdo con el chef Volkov. Le recordaban que el resto de la familia tenía derecho para decidir lo que competía con el restaurante incluido Horacio.

La señora Laurent podía notar que este también se distraía en la cocina con la presencia del alto hombre de cabello gris cada vez que lo tenía a su lado. Como madre solo podía pensar que su hizo tenía un "crush" con una celebridad de televisión. Era un hombre adulto que podía perfectamente decidir por sí solo, pero no quitaba que le preocupará su pequeño. Volkov no le daba la impresión de aprovecharse de las personas, pero nunca se sabía.

Cuando los últimos clientes se habían retirado en la tarde, Horacio aprovecho de preparar algo de café para él y sus compañeros. Tomo una taza adicional para Viktor y le pidió que le acompañara a la zona externa para tomar de dicha bebida.

-... ¡En serio! -. El moreno soltaba una carcajada. -Ese fue el día que conocí a Greco. Desde entonces me ha acompañado a casi todas mis aventuras-. El hombre de espesa barba se había retirado una hora antes para "hacer un recado" como le había dicho a su amigo. Tomo la taza de café y bebió un poco del liquido viendo al chico de crestas reír por la historia recién contada, no pudo evitar sonreír.

-Se escucha que es un gran amigo-. Logró decir el más joven una vez se tranquilizó.

-Lo es, pero no se lo digas. Si lo mencionas negaré todo-. Horacio rio nuevamente y bebió un poco de su café.