━━XV: wildfire

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━━CAPÍTULO QUINCE━━

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━━CAPÍTULO QUINCE━━

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【 FUEGO SALVAJE 】

N: Escuchar la canción cuando vean el símbolo "♚" (casi al finalizar el cap)


Era todavía noche cuando Hipo arribó a Airgead. La luna brillaba sobre lo que quedaba de la isla, lo que antes había sido vegetación pura y fresca ahora eran cenizas, árboles sin hojas, sangre sobre el césped y cabañas destruidas. El olor a muerte rápido llegó a sus fosas nasales cuando Chimuelo atravesó los pinos sin hojas, un escalofrío recorrió su piel cuando pudo ser capaz de recordar los gritos aquel día, los gritos de las víctimas y los agresores por igual, los gritos de Sigrid rehusándose en partir y dejarlos a su merced, pese a conocer su destino. Se dio cuenta que Chimuelo sintió lo mismo cuando un pequeño rugido angustiado escapó de su garganta y lo consoló, rascando con suavidad su cuello. Tal como esperó, por poco que le gustase admitirlo, cuando sus piernas tocaron el suelo el silencio lo recibió, sepulcral, lamentoso. Caminó junto al Furia en señal de algún herido o sobreviviente al que pudiese ayudar, pero pudo ver todo, aquellos vikingos no se habían tomado la molestia de limpiar lo que hicieron o de darles una muerte digna, los cuerpos seguían ahí. El vikingo tuvo que cubrir su nariz con su antebrazo cuando el olor a putrefacción se hizo más potente conforme caminaba y sintió un nudo en su estómago cuando su vista reconoció el cuerpo del Syōle, el hombre que los había unido a él y a Sigrid a través del rito días atrás.

Aún podía escuchar las voces de los habitantes de la tribu cuando avanzaba entre las cenizas y la sangre, las palabras de Kiran, las felicitaciones de algunos de los miembros cuando Hipo confesó que quería llevar a cabo el Rito. Las risas de los niños al jugar con Chimuelo y el corazón se le encogió al encontrar las cenizas de las coronas de flores que esos mismos niños le habían elaborado a su dragón. Se inclinó para tomar una de estas y un suspiro escapó de su garganta, sabía lo que tenía que hacer, no podía dejarlo así, impune. Había aprendido por las malas que hablar no era la solución a los problemas, lo había intentado con Drago Manodura y el destino le había arrebatado a su padre de la peor manera posible; y ahora, nuevamente, el mundo le había demostrado que la paz por la que él tanto se esforzaba en mantener no era más que un sueño lejano que con el tiempo se volvía difícil de seguir.

Winds of Freedom | Hiccup Haddock ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora