━━XXI: thread of fate

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━━CAPÍTULO VEINTIUNO━━

【 LOS HILOS DEL DESTINO 】

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【 LOS HILOS DEL DESTINO 】



Los cuernos graznaban sobre el vasto océano.

Aleteaban unos con otros, en un irrevocable repiqueteo que hizo que la piel de Olson el Desafortunado temblara del miedo. El frío no ayudaba en lo absoluto, la neblina se expandía lentamente en cada uno de los barcos, de proa a popa. Parecía algo surreal, con ellos varados en medio del océano en una tarde como aquella. Un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando los cuervos graznaron en un lamento fuerte y la lanza entre sus manos resbaló de la impresión. El hombre maldijo al frío, parecía traído desde el mismo Hel, echó un último vistazo hacia los animales que sobrevolaban el área y se inclinó para recoger su lanza.

Su ceño se frunció lentamente tras no poder encontrarla, el aleteo de los cuervos no dejaba de insistir sobre él, impidiendo que se concentrara en otra cosa más. El hombre suspiró y se aferró a sus pieles para combatir el frío. Colocó una de sus manos sobre la madera del piso, intentando encontrar algún rastro de su arma, pero la neblina era demasiado espesa cómo para ver más allá de esta. Se concentró en los sonidos de su alrededor, las olas del mar azotaban con fuerza contra los cascos del drakkar en un golpe seco. Los gruñidos angustiados de las bestias que llevaban en las jaulas, pudo escuchar el sonido emitido de sus garras al tratar de rasgar el metal, sus respiraciones pesadas, sus aullidos desesperados y el crujir de la madera cuando se movían. Olson ignoró todo aquello y se concentró en la búsqueda de su lanza, no podía haber ido tan lejos.

Tras percatarse que sería imposible ver a través de la neblina, el hombre regresó a su posición habitual y encendió una linterna con un poco de fuego. Súbitamente, el graznido de los cuervos cesó, sumiéndolo en una desesperante tranquilidad. Las olas del mar dejaron de azotar con fuerza casi al mismo tiempo en que los cuervos desaparecieron de su vista y el hombre frunció el ceño. Pero él tenía cosas más importantes que hacer, que el hecho de preocuparse por cosas tontas como esa. Tomó la linterna entre sus manos y avanzó hacia el frente, cada pisada que dio emitió un crujido por el suelo de madera y alertó a los dragones que tenían apresados.

Winds of Freedom | Hiccup Haddock ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora