Ayudando a un pequeño a sanar

12

— bueno Harry — comenzó el mayor — un sangre sucia es una mala forma de llamar a un mago que tiene familia muggle, cómo bien lo sabes, los mugles son personas sin magia... Es... Ciertamente un insulto grave

Harry quedó pensativo.
¿Porque alguien lo había insultado por algo tan tonto?...
Y...
¿Porque lo había insultado si nisiquiera lo conocían?
Bajo la cabeza algo triste.

— señor Severus...
—¿si?
— ¿Hice algo mal para que me llamarán así? — preguntó el niño bastante triste

La reacción de aquel pequeño hizo que a Severus se le encogiera el corazón.

— no... Por supuesto que no hiciste nada malo mi niño — respondió al tiempo que lo abrazaba — solo son niños a los que sus padres han hecho irrespetuosos... Tu no haz hecho nada malo...

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Unas horas más tarde, Severus estaba en su oficina calificando unos trabajos con Harry sentado a un lado suyo, el niño se veía bastante inquieto, cosa que estresaba a Severus.

— señor Severus — hablo por fin el niño — ¿Podemos salir a jugar afuera?

Severus suspiro frustrado

— no Harry, no podemos salir a jugar, estoy ocupado

Harry hizo un puchero de reproche.

— pero porque... No llevará mucho tiempo... Porfavor señor solo un rato

— Harry... Escucha estoy bastante ocupado y no puedo jugar ahora, ¿Entiendes? — dijo forzando un autocontrol para no tratar mal a ese pequeño

— ...puedo ir a explorar el castillo?

— Harry...
— prometo no tardarme mucho y no molestar a nadie — interrumpió el pequeño — porfavor....

— bien ve, pero no te pierdas Harry

El niño salió de la oficina emocionado, ya tenía mucho tiempo con el deseo de conocer la que en unos años, sería su escuela.

El pequeño se llevó un rato viendo el gran comedor, le daba curiosidad su techo, ya que a su ver se veía algo mágico imposible de ver en su mundo habitual. Estaba tan embobado viendo todo que no se percató de la presencia de un chico Hufflepuff de unos 12 años tras de el.

— ¿Y tú quien eres? — preguntó cruzado de brazos

Harry se sobresaltó al escuchar la voz del chico. Por un instante tuvo miedo de que lo regañaran.
Volteo lentamente a ver al chico. Noto que no estaba enojado, al contrario, se veía algo divertido.

— Soy... Harry Potter — dijo casi en un susurro el pequeño

El chico abrio los ojos con asombro y una sonrisa se asomo por su cara

— ¡¿De verdad eres Harry Potter?!

— si — contestó el pequeño un poco apenado

— ¡Que alegría! Estaba algo deprimido porque según mis cálculos estarías en Hogwarts cuando yo estuviera ya de salida, esto realmente es buena suerte estar frente a ti el gran Harry Potter — dijo entusiasmado el chico — disculpa mi falta de modales, mi nombre es Adán Anderson, soy de la casa Hufflepuff mucho gusto — dijo estrechando la mano del pequeño

Harry sonrió tímidamente ante ese chico. Adán Anderson, se veía como alguien interesante y amable.

—cierto — dijo el chico interrumpiendo los pensamientos del menor — el profesor Snape te está cuidando ¿No?