PRINCESA ATRAPADA

CAPITULO TRES

CAPITULO TRES

USAGI

Alguien murmura una melodía mientras duermo, siento la calidez de una mano recorriendo mi cabeza, la mano es cálida y me hace sentir protegida. Amo la calidez de esa persona, quiero seguir sintiendo su tacto en mi cabeza, pero lamentablemente despierto con lágrimas en los ojos.

No sé porque siempre despierto llorando.

Parpadeo un par de veces, el sol entra por las cortinas rosadas de mi habitación, a cada parpadeo las lágrimas caen por mis mejillas hasta caer y desaparecer en la almohada.

¿Por qué siempre despierto llorando?

¿Por qué siento este vacío en el corazón cada mañana?

Me paso las manos por el rostro quitándome las lagrimas, con un movimiento quito las sabanas, cobertor y demás que me mantienen caliente y abrigada, me siento en la horilla de la cama y veo alrededor.

Mi habitación no es de un tamaño pequeño, no es que me queje, solo que siento que es demasiado para una chica como yo. Tengo una cama caliente y almohadas rellenas de pluma de ganso, las plumas de ganso solo las puede utilizar la realeza, lo sé porque mi amiga Molly me dijo que las personas comunes duermen en camas con colchones de fibras sintéticas. Y por supuesto que las personas que trabajan en el castillo real normalmente no tienen su propia habitación.

En pocas palabras gozo de un privilegio.

Lo sé muy bien.

He tenido suerte.

Cuando era pequeña, mucho antes de poder recordar algo fui encontrada por Endymion-sama, él me rescato de morir en las calles o eso dicen las criadas del palacio. No lo recuerdo, era demasiado pequeña, solo tengo recuerdos de Endymion-sama cargándome y jugando conmigo.

Tengo hermosos recuerdos de estar rodeada de su familia y de las demás personas del castillo, guardias, cocineros, mucamas y profesores. Todo el mundo en el palacio ha sido muy amable conmigo, una huérfana que no tiene a dónde ir.

Por eso mismo me esfuerzo. La familia real me ha dado tanto, una familia cálida y amorosa, una educación y un techo sobre mi cabeza, comida caliente que llena mi estomago y lo mejor de todo tengo la suerte de servirle a Endymion-sama y poder pagarle todo lo que ha hecho por mí.

Recuerdo la noche de ayer, Ikuko-sama nos hizo ver las luciérnagas, era una actividad que hacíamos con regularidad siempre en la misma época del año, justo antes de la primera nevada. Amaba cada momento de ver a los pequeños insectos brillas durante la noche, era mágico. Pero este año no pude concentrarme como los anteriores, la cálida mano de Endymion-sama sostenía la mía, mi corazón latía en mi pecho tanto que creía que él lo escucharía en cualquier momento.

No podía evitar pensar que Endymion-sama sostenía mi mano con otras intenciones, soñaba con la esperanza que en algún momento el me digiera que me amaba como yo lo amaba a él.

Sí, yo Usagi, una muchacha sin nombre propio amaba a su glorioso rey.

Me había dado cuenta de mis sentimientos la primavera pasada cuando Endymion-sama me invito a una cabalgata en su caballo a las afueras del castillo. Hera algo que hacíamos frecuentemente desde que tengo memoria, pero esta ocasión fue diferente, cuando mi espalda chocaba con su fuerte pecho y sentía el retumbar de este cuando hablaba mi corazón se aceleraba, también cuando pasaba mis manos sobre mi cintura para sujetarme de no caer me hacía sentir nerviosa y un cosquilleo se formaba en mis partes privadas. Cuando nuestra cabalgata termino Salí corriendo dejándolo atrás, corrí y corrí hasta llegar a los establos donde estaba Andrew mi mejor amigo, le explique lo que me hacía sentir mi rey y con la cara más seria el me respondió: -Estas enamorada Usagi.