PRINCESA ATRAPADA

CAPITULO ONCE

CAPITULO ONCE

USAGI

Después de nuestro desayuno en familia, Ikuko-sama se arrastro hasta su habitación, no tenía ni idea de lo que se traía en manos pero con gusto la seguiría.

Al llegar a su habitación me cubrió los ojos, ella estaba tan emocionada y yo comenzaba a ponerme nerviosa, nada bueno sale cuando te dan sorpresas, al contrario de lo que aparento no me gustan las sorpresas, prefiero que las personas sean directas conmigo a que me oculten las cosas.

Ikuko-sama hace una cuenta regresiva desde el numero Díez, cuando llego al cero ella descubrió mis ojos, al abrir los ojos lentamente y parpadeando varias veces para enfocar los objetos, frente a mi estaba el vestido de novia más hermoso que he visto jamás.

Inmediatamente me empujo con entusiasmo al cuarto de baño pasando de largo el hermoso vestido.

-Ahora entra ahí –dijo empujándome sin esperar lucha alguna.

Una de sus damas de compañía a su servicio que se encontraba en la habitacion ingreso conmigo y como un rayo me desvistió, me metió a la tina de baño y me dio una limpieza profunda. Me sentía como los animalitos cuando son enviados a la peluquería sin poder hacer nada.

Era gracioso.

La dama de compañía no me permitió hacer nada, pero en cerio nada de nada, ella lavo mi cuerpo, me masajeo los pies a pesar de que le insistí a que no debería hacer eso. Con delicadeza lavo mi largo cabello, masajeo mis hombros e incluso me hizo un facial.

Al terminar mi baño, la dama me envolvió en la bata de baño más suavecita del mundo, eran tan suave que no pude evitar querer olerla y pasarla por mi rostro, olía a los rayos del sol.

Era tan cálida.

-Puede usted salir Usagi-sama –me dijo cuando me hizo una reverencia.

Era la primera vez que la escuchaba decirme una palabra desde el momento en que se puso a cuidarme.

Sabia quien era esta dama de compañía, desde que tengo memoria siempre ha estado al servicio de Ikuko-sama.

Ella siempre me trataba con amabilidad y es de ella de quien aprendí a hacer una buena mucama. Aun recuerdo que siempre iba tras de ella como un polluelo detrás de su madre tratando de aprender todo lo que pudiera y poder ayudarle.

Eso fue hasta que Endymion-sama dispuso de mí.

-Muchas gracias Luna. En verdad muchas gracias.

-Sí –responde ella limpiando una lágrima no derramada de sus ojos.

Cuando salgo del cuarto de baño, Ikuko-sama esta esperándome con otro grupo de personas.

Ella los presenta como una estilista profesional, una maquilladora reconocida y por supuesto también está al diseñador del hermoso vestido.

-Usagi, he contratado a este grupo de profesionales para que te hagan ver lo más hermosa posible para este gran día.

-Es un gran honor trabajar con usted Usagi-sama –dicen los tres al mismo tiempo.

-Es un placer –les respondo.

Por casi nada me muerdo la lengua de los nervios.

El equipo me hace tomar asiento en uno de los sofás, el más grande y largo en la habitación, junto las piernas incómodamente, no traigo ropa interior y toda la atención de estas personas esta sobre mí.