CAPITULO NUEVE

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CAPITULO NUEVE



USAGI




Lo primero que veo al abrir los ojos es el rostro de Endymion-sama a mi lado recostado de lado sobre mi almohada.

Sus largas petallas casi tocan sus pómulos, estiro la mano y con la punta de los dedos apenas y toco sus labios, son cálidos.

Su rostro es tan lindo, no creo poder acostumbrarme nunca.

Los recuerdos de anoche invaden mi cabeza.

Este hombre podría tener a cualquiera que quisiera, pero me eligió a mí. No puedo creer que me haya pedido casarme con él.

Parece como un sueño. Dejo de jugar son sus labios y me pellizco el cachete. Duele, no es un sueño, realmente está aquí, en mi cama.

-Muy buenos días Usa –escucho la voz de Endymion-sama, cuando lo miro sus hermosos ojos azules chocan con mi mirada.

La lengua se de traba, abro y cierro la boca como una tonta, es como si mi cerebro no procesara los pensamientos.

-¿Te comió la lengua el gato?

-No tenemos un gato en el palacio –le respondo.

-Solo es una forma de decir Usa, por fin escucho tu linda voz –su sonrisa es armoniosa.

Ambos comenzamos a reír bajito, es como si estuviéramos contando un secreto que solo nosotros conociéramos, se siente bien poder compartir esto con él, estiro la mano, él también, volvemos a enlazar nuestros dedos, nuestras risas paran y nuestros ojos jamás se separan.

-Endymion-sama –suspiro.

-Usa –también suspira.

Lentamente cerramos los ojos y acercamos nuestros rostros, nuestros labios se rosan un par de veces antes de que nos fundamos en un delicado beso.

Es la segunda vez que me besa así de delicadamente. Solo nuestros labios se están tocando, nada más, es un beso lleno de dulzura y calidez.

Recuerdo que cuando Ikuko-sama me leía cuentos de princesas me emocionaba cuando el príncipe le daba un beso de amor verdadero a la princesa y eran felices por siempre.

¿Acaso este es mi beso de amor verdadero?

Realmente de todo corazón, espero que sí.

Aun hay dudas dentro de mí, pero prefiero creer en sus palabras, Endymion-sama nunca me ha mentido, se que siempre podre confiar en él sin importar que cosas pasen.

-Dime Usa, ¿por qué llorabas mientras dormías? –me pregunta con seriedad.

-¿Yo llore?

-Sí, mientras dormías.

Me tomo un momento en pensar en una respuesta.

-No sé el porqué, pero hay veces en que tengo un sueño, y cuando despierto estoy llorando.

-¿Y qué sueñas?

¿Qué es lo que sueño?

También me gustaría saberlo.

¿Cómo saberlo realmente cuando lo único que recuerdo es la calidez de una mano?

-Bueno, yo... –solo recordar la calidez de mi sueño hace que quiera llorar. Las lágrimas se acumulan en mis ojos.

PRINCESA ATRAPADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora