CAPITULO OCHO

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CAPITULO OCHO



ENDYMION



La luz de la luna entra por la ventana, el frio aire mueve las cortinas de su habitación y su largo cabello cae por las orillas de su cama.

Usa aun duerme plácidamente sobre mi pecho.

Aun es de madrugada y aun no he podido pegar un ojo, solo puedo observar su sueño.

Acaricio su largo cabello y ella solo se revuelve en la cama pero sin alejarse de mí.

Supongo que es hora de que salga de la cama y organice lo que hace falta para el baile de hoy en la noche.

Con cuidado quito el brazo de bajo de la cabeza de Usa y la acomodo con cuidado en su cama arropándola sin despertarla, Usa se queja un poco en sus sueños.

-Duerme Usa –le susurro al oído y ella suspira y vuelve a dormir.

Abro con cuidado la puerta y antes de salir por completo de su habitación, giro y la miro una última vez.

Demonios es tan hermosa.

Cuando cierro por completo la puerta me encuentro con mis cuatro generales esperando fuera en el pasillo. Los cuatro parecen aburridos por estar estando esperando tanto tiempo.

-Preparen todo, hoy se corona una nueva reina –les informo sin poder evitar dibujar una sonría en el rostro.

Los custro parecen sorprendidos por mi declaración, pero rápidamente borran la sorpresa de sus rostros y salen a hacer lo que he ordenado. Ellos saben muy bien cuáles son sus tareas aun sin repetírselas, los he puesto al día sobre mis planes el día de hoy.

Aun que Usa hubiera dicho que no a mi propuesta de matrimonio tenía otras formas de convencerla, y entre una de esas se encontraba tomarla y desflorarla y llenar su barriga de mi semen, de esta manera ella no tendría más remedio que quedarse a mi lado.

Oh, sí que estoy enfermo.

Comienzo a caminar a un sitio en específico.

No me importan los trucos que tenga que emplear solo para tenerla a mi lado.

Pero eso ya no importa, ella ha dicho que si se casaría conmigo. Un peso desaparece de mis hombros al quitarme una preocupación menos, en el fondo estaba nervioso de que fuera a rechazarme, cuando salió corriendo del despacho después de nuestro beso un miedo enorme me invadió. Usa nunca había salido corriendo lejos de mi y verla salir corriendo me dejo mal parado, no pude salir corriendo tras ella, hasta mucho más tarde cuando salí de la sorpresa, y cuando la encontré por fin estaba hablando con mi padre sobre sus sueños y planes a futuro.

No necesitaba que el viejo la hiciera pensar de más.

¿Qué tal si ella se alegaba de mi?

¿Qué si quería salir del palacio y conociera a otro?

Bueno tenía una respuesta para eso, lo mataría por supuesto, al final de cuentas era un rey, nadie podría culparme o acusarme.

Entonces con una simple platica con mi padre, usa había descubierto lo que tanto temía que descubriera, su amor por la astronomía.

Sentí como el piso se abría bajo mis pies cuando ella dijo que quería estudiar astronomía. Pero al mismo tiempo me sentí feliz que pudiera abrirse con otras personas. Mi padre tenía una forma muy fácil de hacerte aceptar tus defectos y deseos, era un hombre sabio y amoroso, y verlo apoyar a Usa me alegraba.

PRINCESA ATRAPADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora