Capitulo 40- Extrañaba tu voz

35 0 0
                                    

--Ahora qué Rodrigo?-- dije de mal humor

--Tranquila cariño, no quiero que te enojes conmigo, llamaba para ver cómo iba todo con tu novio número uno? Le dijiste que tuviste sexo con el número dos? Eso si sería bueno, además, no se merece que le mientas; pobre, si se llegara a enterar, le romperías el corazón nuevamente, pero esta vez, ya no volverá a amar a nadie, se peleará con su hermano y destruirás esa amistad tan hermosa que tienen, oh, lo siento, creo que ya lo hiciste verdad?-- su tono de burla me irritaba, quería romperle la cara por maldito!

--Vos lo llamaste verdad?-- le pregunté conteniendome, iba a matar al desgraciado si lo veía.

--Creo que adivinaste, pero vamos, él se merecía saberlo como se merece saber todo lo demás-- Lo mato! Fue él!!

--Qué vas a querer para callarte?-- pregunté sabiendo su respuesta, él me quería a mi

--Creo que ya sabés la respuesta, quiero verte Joh, a solas-- su voz calmada no me gustaba, lo conocía lo suficiente como para saber que estaba planeando algo grande y que sería un completo desastre si no aceptaba verme con él.

--Dónde?-- pregunté finalmente; si él planeaba hacerme algo, yo iba a defenderme con todas mis fuerzas.

--En la plaza que está a unas calles de tu departamento, mañana por la tarde y te conviene venir sola-- él definitivamente tenía algo planeado, debía descubrir que era y tener algún plan por si alguna cosa salía mal.

--Bien, pero dame tu palabra de que no volverás a llamar a Roman o a ninguno de ellos, no tenés que meterlos en el medio, esto es entre vos y yo!-- estaba tratando de idear algún plan para que me dejara en paz, para deshacerme de él. Un quejido se escuchó seguido de un suspiro cansado.

--Bien, prometo no llamar ni meter a nadie en el medio, pero si mañana no apareces a las seis de la tarde en punto, sabés el infierno que se va a desatar Johanna!-- la llamada se cortó, tiré el celular contra el sofá, Roman me quedó mirando confundido y algo sorprendido, se acercó a mi, me abrazó

--*Qué sucede?*-- preguntó intrigado

--*Un asunto que debo arreglar, nada importante*-- le resté importancia, lo abrasé a él por la cintura; apoyé mi cara en su pecho y me relajé un poco al escuchar los latidos de su corazón.

--*Johanna, por qué no me dices que es lo que está mal?*-- la voz de Roman algo preocupada me sorprendió, negué contra su pecho

--*Nada está mal, creeme*-- me alejé de él y me dejé caer en el sofá, Roman se sentó a mi lado

--*Qué vas a decirle a Dean ahora que volvimos?*-- me miró con algo de curiosidad

--*Volvimos?; no recuerdo esa parte...*-- le dije algo confundida; si, nos habíamos besado y si, admití que lo sigo amando, pero no dije nada sobre volver y más ahora, cuando las cosas se empiezan a poner aún peor.

--*Es que creí,que como habíamos aclarado las cosas y nos besamos...*--dejó la frase sin terminar y entendí a lo que se refería.

--*Entiendo a lo que vas, pero no volvimos aún; tenemos cosas que arreglar, hablar y pensar.*--me senté nuevamente en el sofá --*Creo que mejor te vas Roman, necesito aclarar algunas cosas conmigo misma*-- le dí un último vistazo, él parecía dolido y algo confundido.

--*Te das cuenta de que es la segunda vez que me echás, cierto? *-- dio un paso hacia mi, asentí en silencio y él se agachó para dejar un beso en mi frente y luego de unos segundos, lo vi irse del departamento.

Mi celular comenzó a sonar una vez más, debía ser Rodrigo otra vez; juro que acabaría con él

--Qué Rodrigo?-- dije de mala gana al contestar la llamada

--*Hola, Joh?*--la voz confusa de Dean me sorprendió un poco, sonreí instantáneamente al escucharlo

--*Hola, lo lamento, pensé que eras otra persona; qué sucede?*-- me relajé un poco y disfruté del sonido de su voz

--*Quería saber si estabas en tu departamento para ir a verte?*-- estaba algo avergonzado, nervioso; sonreí aún más

--*Claro, seguro, a qué hora venís?*-- estaba algo ansiosa, quería verlo y disfrutar de él un poco antes de que todo se arruinara mañana por la tarde.

--*En diez minutos estoy en tu puerta, hasta luego!*--estaba contento, se le notaba

--*Hasta luego*-- estaba algo nerviosa, si las cosas no salían bien mañana, no los volvería a ver y eso sería... uff... no creo que sea muy bueno para ninguno de nosotros.

Esperé en la puerta hasta que Dean llegara, lo cual pareció una eternidad, pero al verlo con esa sonrisa y sus ojos iluminados, el tiempo fue muy rápido, tanto que cuando abrí los ojos nos estábamos besando.

--*Hola!*-- dijo él apartándome un poco de su cuerpo, me sonreía sorprendido

--*Hola, mejor entremos, tengo que hablar con vos*-- lo tomé de la mano y lo llevé hasta el living, nos sentamos en el sofá y él lucía confundido,--*Tranquilo, no te voy a hacer nada malo, solo quiero que hablemos*-- traté de calmarlo un poco, pero al parecer sucedió lo contrario.

--*Sucede algo malo? Tiene que ver con Rodrigo?*--preguntó él viéndome fijo, negué tratando de disimular que todo estaba mal, le sonreí y me acomodé cerca de su cuerpo

--*Solo quería que habláramos un poco, extrañaba tu voz*-- lo tomé de la mano, observé cada detalle de él tratando de recordarlo. Su piel, sus ojos, su cabello, su sonrisa, sus labios... No sé de que hablaba, pero lo detuve con un beso suave, lento.

Él me acarició la mejilla, yo sonreí. Me dio pequeños besos en la cara, la mandíbula y el cuello, pero ninguno subido de tono, eran besos delicados, dulces.

--*Me gusta que me beses así, tomándote tu tiempo*-- le sonreí

--*A mi me gusta que te guste que te bese así!*-- dijo él con una sonrisa en su rostro; me senté sobre sus caderas quedando frente a él, lo abrasé por el cuello con suavidad. Sentí sus brazos envolverse al rededor de mi cintura

--*Te quiero Dean!*-- susurré en su cuello, dejé un beso dulce en el.

--*Yo también te quiero hermosa!*--  él besó mi cuello, me aparté un poco como para verlo a los ojos, acaricié su mejilla derecha con mucha delicadeza. Recordaría esos ojos siempre.

--*Creo que nunca podría olvidarme de tus ojos, la forma en la que me mirás es... *-- no podía describirlo, su mirada no tenía comparación alguna

--*Es adoración lo que ves en mis ojos, es así como yo te veo, con toda la adoración que puede haber en mi cuerpo*-- me sujetó del rostro con mucho cuidado, me miraba a los ojos --*Por qué siento que te estas despidiendo de mi Joh?, tengo esa sensación de que te vas a marchar para siempre y me voy a quedar con el corazón despedazado*-- estaba triste, se notaba; una lagrima se escapó de mis ojos.

--*No es una despedida, no voy a irme a ningún lado, solo, estoy algo nostálgica; las hormonas!*-- revolee los ojos y reí falsamente para que él se lo creyera; sonrió pero no se lo creyó del todo. Al fin y al cabo, era una mentira que quisiera creer más que él

--*Bien, entonces, que quiere hacer la mujer hermosa llena de hormonas el resto del día?*-- preguntó él coqueto para cambiar de tema, le sonreí con gratitud por eso

--Si por mi fuese,pasaría el resto del día así, entre tus brazos y besándote*-- le di un beso suave en los labios, lo miré a los ojos --*Me abrazas ?*-- le pregunté algo dubitativa, él me sonrió y me abrasó haciendo que nuestros cuerpos se unieran. Lo tenía abrasado por el cuello y él tenía sus brazos al rededor de mi cintura

--*No es por nada pero, creo que deberíamos abrazarnos de otra manera o todo se puede salir un poco de control*-- Dean estaba algo tenso, pensé un segundo y recordé como estaba sobre él; me senté sobre sus caderas nuevamente y él soltó un pequeño jadeo sin querer, se puso rojo de vergüenza, me sorprendí

--*Lo lamento, me había olvidado*-- estaba completamente apenada por lo que había sucedido, le sonreí y lo sujeté por los hombros, Dean me tomó por las caderas,  nos miramos unos segundos, sentí como se ponía debajo de mi y no pude evitarlo, lo besé.

La Bailarina del Luchador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora