Capitulo 55- Muertos

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POV JOHANNA.

El hombre que Max mandó a llevarnos a la casa condujo en silencio todo el camino; Ian estaba empezando a incomodarse, debe tener hambre.

--Disculpa, falta mucho para que lleguemos?, el bebé tiene hambre y pronto comenzará a llorar—hablé con respeto, debía ser cuidadosa, no sabía que clase de persona era o a dónde iríamos. Necesitaba tiempo para que me encuentren, mi rastreador debía darles la ubicación de dónde me encontraba, solo faltaba que vinieran por mi.

--Llegaremos pronto, no te preocupes—dijo el hombre sin mirarme, nos quedamos en silencio hasta que llegamos a la casa; no estaba lejos del centro de una pequeña ciudad.

El auto se detuvo y el conductor bajó para abrirme la puerta; bajé y caminamos hasta la entrada de la casa, al entrar, me sorprendió la cantidad de cosas para bebés que había allí.

--Qué es todo esto?—le pregunté confundida y algo horrorizada a la vez, el hombre me miró con un gesto de obviedad

--Son cosas de bebé para el bebé—explicó viendo todo a su alrededor.

Si, me daba cuenta de que eran cosas de bebé, pero, por qué las compró para Ian?

No pensará en tenernos aquí encerrados, verdad?

Suspiré con cansancio, al fin y al cabo; Max estaba igual o peor de loco que Rodrigo; lo único que me faltaba era que él también quisiera jugar a ser la familia feliz.

Malditos locos hijos de putx; por qué me tiene que pasar esto a mí, justo cuando por fin logro tener una familia y estabilidad emocional y mental; toda la mierdx que logré superar, vuelve a joderme.

Caminé por la casa con Ian en brazos, busqué la cocina y saqué lo que necesitaba para prepararle un biberón, una vez listo, el sujeto que Max había enviado , me llevó hasta la habitación y luego se marchó.

Recosté a mi hermoso bebé en la cama y luego me recosté a su lado; deben ser cerca de las tres de la mañana cuando al fin logré dormirme.

Un toque frío en mi hombro me hizo despertar de un salto solo para ver a Max sentado a mi lado en la cama, me alejé un poco de él y Max levantó las manos en el aire.

--Tranquila, no voy a hacerte nada, solo quería decirte que el desayuno ya está listo; hay ropa limpia y toallas en el armario, te esperaré en la cocina—Max susurraba para que Ian no se despertara; se puso de pie y salió de la habitación sin hacer ruido.

Me quedé quieta y en silencio por algunos segundos hasta que decidí levantarme e ir al baño a higienizarme; lavé mis dientes, mi rostro y até mi cabello en una trenza.

Al salir pude ver a Ian despierto y sentado en la cama, corrí hacia él y el bebé sonrió al verme.

Lo levanté y bajé de la cama, caminamos lentamente hasta la cocina y al entrar, Max se sorprendió al vernos

La Bailarina del Luchador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora