FAVORITE PLACE // JEON JUNGKOOK; BTS [TERMINADA]

«eight»

Capítulo dedicado a @PatriciaNuez397. Hola hermosa, espero que disfrutes el capítulo y gracias por tu apoyo, ten bonita noche 💜

Maldito dolor de cabeza que no me deja ni abrir los ojos. Cuándo mis párpados terminan por alzarse, me cuesta unos segundo adaptar mi visión, detallando todo a mi alrededor con más detalle.

Paredes claras, un gran ventanal a mí derecha decorado con cortinas negras, decoración minimalista y Jeon Jungkook apareciendo de detrás de una puerta secando su cabello con una pequeña toalla.

¿Qué cojones?

El chillido que sale de mi garganta lo más seguro es que halla despertado a la mitad de los vecinos, estoy segura.

Jeon me observa incrédulo con una ceja alzada y camina de brazos cruzados hacia mí con la toalla reposando alrededor de su cuello.

¡Joder!

- ¿Por qué gritas? - inquiere burlón.

- ¿Qué hago aquí?

Es obvio que éste lugar no es el hotel dónde estoy residiendo. El suelta una risa levantado las comisuras de sus labios, otra vez con la misma burla.

- ¿Dormir?

- Eso ya lo sé - bufo - Pero por qué.

- ¿Porque estabas borracha y no sé dónde te hospedas?

Ash. ¿Por qué tenía que emborracharme estando con él? Parece que no puedo tener ni un minuto de paz en éste mundo.

Cuando voy a levantarme me percato de algo importante.

- ¡Jungkook! - me escandalizo, él me sigue mirando con esa maldita expresión que me pone de los nervios - ¿Anoche que pasó?

- No tuvimos sexo si es lo que quieres saber - responde de mala gana, es un amargado éste chico por Dios.

- ¿Por qué estoy en ropa interior? - inquiero con vergüenza, él levanta los hombros restándole importancia.

- No lo sé, yo dormí en el sofá, tú eres la desnudista - da una mirada hacia mí y aprieta los labios tratando de no reír, desgraciado está observando mis pechos.

Parece ser que en verdad sí soy una desnudista. Me pregunto cómo se verá él ligerito de ropa.

- Me duele el cuello, tendrás que darme un masaje de agradecimiento.

- No voy a darte un maldito masaje - me quejo.

A paso rápido se dirige a mí, yo me tapo hasta el cuello con las mantas quedando acostada debajo de su cuerpo, qué le pasa a éste.

- ¿Ah no?

- No - me mantengo firme.

Lo veo morderse el labio inferior, mis ojos van hasta el lunar que está debajo de su belfo, se ve demasiado... ¿apetecible?

- ¿Te gusta la vista? - incordia acercándose a mí rostro.

- ¡Amor!