☄️"Olvida los príncipes azules, necesito que me encuentres un chico con tatuajes y mala actitud".
Lee Dong Min era un pobre diablo que haría cualquier cosa por dinero. Con gustos caros, valor y sinceridad cruel...había sobrevivido toda su vida con m...
Hoy por fin salió nuestro solecito del SM 😭😭😭💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙 Estoy ya felizzzzzzzzzzz 💙💙💙💙 💙💙💙💙💙💙
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"En realidad no es tan sencillo como piensas. Quiero decir, el amor no es lo que dices."
-Rendezvous (Sik-K)
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Dong Min dejó caer su maleta sobre la cama del hotel y le dio un rápido vistazo al magnate, quien tecleaba en su pc sin tan siquiera dedicarle una mirada de atención. Demasiado centrado en el trabajo y ese era el mayor defecto que él tenía, cuando la empresa le ponía algún tipo de reto simplemente se perdía en la necesidad de superarlo del modo en el que lo habrían hecho su padre o abuelo.
Sabiendo que sería completamente inútil tratar de apartarlo de ese inagotable bucle de tecleo, simplemente suspiró en alto y se revolvió el cabello. La sensación de frustración ya empezaba a llenar completamente su cuerpo cuando decidió tomar una ducha. Quizás eso podría aportarle un poco de descanso y paz. Al chico de los tatuajes le resultaba extraño encontrarse a sí mismo buscando la forma de encontrar atención o cariño, Moonbin siempre había sido el primero en realizar movimientos cuando se trataba de mostrarse acaramelados.
-Aggg, esto es insoportable. -con el agua de la ducha templada resbalando sobre la piel de su espalda, Dong Min trató de olvidar aquella pelea que los dos habían tenido días atrás. Y por supuesto también hizo un enorme esfuerzo por olvidar lo que la había ocasionado.
Ahora más que nunca, quería provocar a Hoseok para devolverlo a su estado natural. O al menos, y como mínimo, deseaba eliminar esa sensación de tensión que se dibujaba alrededor de los dos.
-¿Vas a tardar mucho con eso? -preguntó caminando hacia la habitación tras salir del baño. Estaba desnudo de cintura para arriba pero al magnate parecía no importarle demasiado.
Moonbin era una máquina para trabajar cuando realmente era necesario.
-Un poco. ¿Quieres dormir? Puedes apagar la luz si te molesta, trataré de terminar lo más rápido que me sea posible. El viaje ha sido agotador...
Dong Min bufó levemente y se estiró al lado de su marido, sobre la cama del hotel. El colchón ni de lejos se sentía tan bien como el que los dos usaban a diario en la mansión Moon. Tan solo llevaba puestos unos simples pantalones de básquet, los mismos que con frecuencia usaba a modo de pijama, pero de alguna manera la habitación lujosa que los rodeaba se sentía extraña y completamente fría incluso cuando eran ellos dos y su rutinaria vestimenta.
-La luz no es lo que me molesta. -protestó, un puchero sobre sus labios.
Se había asegurado de dejar libremente expuestos los tatuajes que sabía que a Moonbin le gustaban, sin embargo ahora estaba abrazando la almohada mientras su pareja seguía mirando la maldita pantalla del ordenador sin prestarle la más mínima atención.
