Just For The Mission (Wenclair)

Capítulo Final

Dos semanas había pasado desde aquel momento incómodo en la casa de Yoko y Divina, Wednesday y Enid habían tenido que decirle una mentirilla blanca a Derek para zanjar el tema de lo que habían hecho aquella noche, mentira que por supuesto, Derek no se creyó, pero de igual manera lo dejo pasar.

De de igual manera, ese día no pudieron evitar las burlas y bromas por parte de Yoko, que muy fiel a su estilo y al amor que le tenía al hecho molestar a Wednesday, no dudo en acompañarlas todo el día junto a Divina, incluso para ver la maratón de películas de Harry Potter.

Durante esas dos tanto Enid cómo Wednesday tuvieron unas cuantas misiones cortas donde por suerte salieron victoriosas, ambas hacían un excelente equipo y los altos mandos de la agencia se encontraban satisfechos con su trabajo, nada les podía salir mal, estaban en la cima... o al menos eso pensaban.

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—Entonces, ¿no hay misiones extra esta semana? —preguntó Enid a Wednesday mientras hacía la cena.

—No, pero mañana debemos ir a la agencia para reunirnos con Weems y los demás —respondió Wednesday mientras ojeaba el periódico por enésima vez en busca de algún código o mensaje de parte de Larissa.

—¿Mencionaron por qué?

—Además de que debemos hacer un repaso de la misión y juntar lo poco que tenemos... dijo que quería hacer un entrenamiento en grupo, solo por si acaso —contestó Wednesday restándole importancia, aunque en realidad era algo que a ella se le había ocurrido para poder patearle el trasero a Ajax por intentar en múltiples ocasiones, salir con Enid.

—Entiendo... —comentó Enid finalmente, sin embargo, había algo que la inquietaba y era el hecho de que en los últimos días, no había visto a los guardias de Crackstone rondar cómo siempre, al contrario, cada vez había menos—. Aunque me parece un poco extraño en realidad.

—¿Por qué lo dices? —inquirió Wednesday dejando el periódico de lado y mirando atentamente a Enid.

—En los últimos días, la vigilancia alrededor de la casa de los Crackstone ha bajado —explicó Enid volteando a ver a Wednesday—. He visto a Laurel una que otra vez, pero veo más a su esposa, sin embargo, a Crackstone, no lo he visto más que una sola vez.

—Deben estar guardando las apariencias —dedujo Wednesday—. Los niños siguen yendo a la escuela, así que no debemos preocuparnos, Enid.

—Lo sé, pero sigue siendo sospechoso... solo digo que debemos reportarlo al menos —sugirió Enid, algo le daba mala espina en todo eso, pero esperaba equivocarse.

—Mañana lo haremos, luego del entrenamiento, por ahora no sobre pensemos las cosas, puede ser que se hayan ido de viaje o simplemente salieron de la ciudad y por eso no los hemos visto.

—Sí, tienes razón —concordó Enid—. ¿Puedes llamar a Derek?, la cena ya está lista.

—Enseguida, cuore mio —asintió Wednesday, no sin antes darle un beso a la rubia en la mejilla.

Wednesday subió hasta la habitación de Derek donde el pequeño niño se encontraba, al abrir la puerta lo vio muy concentrado, sentado en su escritorio, leyendo en voz alta un libro de aquellos que ella le había recomendado.

—El único medio de conservar el hombre, su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella... —murmuró Derek, sin percatarse siquiera de que Wednesday estaba observándolo desde la puerta.

—Edgar Allan Poe, el padre del terror —dijo Wednesday interrumpiendo al pequeño ojiazul.

—Aunque la frase en realidad es de Diógenes de Sinope, el filósofo griego, o como le decían Diógenes el cínico... —comentó Derek, el cual era sin duda alguna un niño inteligente.