Capítulo 03

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Las flores desaparecieron al siguiente día después de llegar, JiMin no preguntó sobre estas puesto que imaginó que NamJoon las había guardado en algún otro lado. Pero cuando más tarde, antes de salir hacia el trabajo, se encontró con aquel arreglo floral aplastado y destruido en un cesto de basura, no pudo evitar preguntarse qué estaba mal.

¿Por qué NamJoon las había tirado? ¿Por qué destruiría algo que él mismo le dio?

A menos que... él no haya sido quien le dio tal regalo.

Pensando en eso sintió un fuerte escalofrío recorrer su cuerpo, se sintió extraño de solo imaginar que otra persona completamente desconocida haya dejado algo como eso para él. Eso explicaría porque la cara y expresión del repartidor.

Si lo recordaba, volvía a darle miedo el simple hecho de verlo a los ojos.

Suspiró, tratando de no tomarle más importancia al asunto. Su hijo ya estaba en la escuela mientras él estaba de nuevo en él trabajo, está vez se quedó en la cocina, ayudando a sus otros compañeros mientras Felix ayudaba en el mostrador.

Mientras preparaba una tarta de manzana con arándanos, escuchó la puerta trasera de la cocina ser abierta. Alzó la mirada encontrándose con Hyunjin, quien traía una caja mediana entre sus manos, este saludó a todos en la cocina mientras colocaba la caja en una de las mesas desocupadas.

JiMin no dejó de mirarlo hasta que el alfa le devolvió la mirada. El omega se sintió un poco intimidado de nuevo, pero trató de disimularlo.

Hyunjin ahogó un quejido de desesperación, tomó la caja entre sus manos y la llevó hasta donde estaba el omega. Tratando de ser lo más cuidadoso posible, empujó la caja un poco cerca de JiMin.

—¿Te gustan los duraznos?— preguntó el alfa.

—¿Perdón? — contestó, mirando con los bien abiertos al tipo a su lado —... Sí, un poco.

—Traje estos duraznos de casa, tengo un árbol que da estos cada temporada, no soy muy fan de los duraznos. Creí que a lo mejor, si los traía aquí alguien querría llevárselos u ocuparlos para un postre.

JiMin parpadeó continuamente mientras pasaba su mirada de Hyunjin a la caja donde estaban aquellos frescos albaricoques. Sonrió un poco, dándole las gracias casi de manera silenciosa mientras tomaba la caja y la dejaba en su área de trabajo.

Bien, era la primera vez que Hyunjin se veía amable frente a él. Sin embargo, eso no le haría bajar la guardia con él, Felix podrá tener una opinión muy buena sobre ese alfa, porque al final de cuentas le gustaba, pero él no. Aún tenía sus sospechas.

—¿Cómo conociste a Felix?— JiMin preguntó, mientras seguía trabajando.

Hyunjin, quien ahora estaba en el otro extremo de la mesa dejando gran distancia entre ellos, se cruzó de brazos y se recargó contra la mesa.

—En la escuela secundaria, recuerdo que ingresó al club de Taekwondo junto con uno de sus mejores amigos, porque le daba pena registrarse y ser el único que no conocía a nadie — Hyunjin sonrió de manera sutil, se veía tranquilo y parecía como si recordar aquellos años con Felix fueran lo mejor de su vida —. Después comenzamos a relacionarnos más, hasta que nos hicimos cercanos... recuerdo que las primeras veces que nos vimos, a muchos de sus amigos no les gustaba que él me viera.

—¿Por qué?— preguntó el omega, ahora estaba realmente intrigado por su historia.

Hyunjin le lanzó una mirada un poco sería, un pequeño reflejo de tristeza y esperanza se hizo ver en él, pero JiMin no le prestó atención, porque honestamente no lo interesaba.

HEARTLESS TRUTHS | YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora