HEARTLESS TRUTHS | YoonMin

Capítulo 27

YoonGi llevó una de sus manos hasta el cabello del omega, empuñando estos con suavidad mientras que fingía suaves embestidas entre las piernas de JiMin. El omega deliraba cada vez que sentía la fricción que sus cuerpos hacían, podía sentir lo duro que estaba el alfa y lo necesitado que se encontraba.

Es entendible si nos detenemos a pensar que pasaron varios años sin tener contacto alguno.

Pero estaban olvidando un pequeño detalle.

—No podemos continuar con esto, JiMin — el alfa se había alejado unos cuantos centímetros de su boca, observando con atención aquellos preciosos ojos que parecían nublarse de tanto placer —. No tenemos con qué protegernos, y sé que no es seguro para tu cuerpo después de lo que pasó.

El omega negó, tomando a YoonGi de las mejillas con urgencia.

—Puedes terminar fuera... no es necesario que anudes en mí. — pidió, estaba lo suficientemente excitado como para detener lo que ya habían comenzado.

YoonGi suspiró con fuerza y no pudo renegar cuando ya tenía de nuevo los labios de su omega pegados a los suyos. Podía sentir su calor, las feromonas que desprendía y un cosquilleo usurpando todo su cuerpo por dentro, como si el simple hecho de estar así con su predestinado encendiera todas sus emociones.

—Escucha, Park JiMin. Más vale que no te arrepientas de esto después. — murmuró el alfa entre besos, sacando un fuerte jadeó de JiMin cuando mordió su labio inferior.

—No lo haré, sólo... no te detengas. — lloriqueo cuál niño pequeño por estar siendo reprendido por el mayor.

YoonGi aún con su pelvis pegada a la entrevista del menor, comenzó a embestir sobre la ropa para seguir creando una fuerte fricción entre los dos. JiMin tuvo que sostenerse de sus hombros, posando una mano en la nuca del alfa mientras trataba de robarle hasta el último aliento.

Con una lentitud tortuosa para el omega, al mayor llevó sus manos hasta el pantalón de pijama que JiMin traía puesto. Comenzó jugando con la pretina de este para ir bajándolo con cuidado.

El cuerpo de JiMin tenía espasmos cada vez que el mayor tocaba su piel desnuda, pues el calor del momento le hacía sentirse aún más sensible, sumiso y entregado. No sabía si antes había sido así, pero le encantaba estar experimentando esto.

—Déjame sacarlo — susurró YoonGi, alejándose de los labios de JiMin para acabar con su tarea de tirar fuera de él aquellos pantalones.

El menor sintió el golpe fresco en sus piernas cuando estuvo descubierto de la parte de abajo. Todavía tenía su ropa interior puesta pero aún así, no podía evitar sentirse demasiado expuesto.

YoonGi se cernía sobre su cuerpo dejando besos en su mejilla para después bajar por toda la extensión de su cuello. Dejando marcas y mordidas que estaba seguro serían un buen recuerdo para él, el agarré en las caderas de JiMin se hacía cada vez más fuerte conforme el mayor bajaba sus besos hasta llegar al inicio de su pecho.

De forma rápida, JiMin quitó su propia playera, dejando en completa desnudez su pecho. Eso permitió al alfa seguir con su camino de besos, esta vez por todo su pecho, dejando mordiscos en sus clavículas y delineando con la punta de su lengua los pezones del omega.

Escuchaba sus jadeos y sentía la forma en la que el cuerpo temblaba bajo su toque. Causando que se sintiera satisfecho de ser él quien tuviera a JiMin así.

Pronto, la paciencia acabó poco a poco con él y se deshizo de la ropa interior del castaño. Dejándolo sin prenda alguna sobre aquella mesa, YoonGi quería llorar de emoción de sólo ver a su precioso omega de nuevo, entre sus brazos, tan entregado a él, como solía ser antes.