HEARTLESS TRUTHS | YoonMin

Capítulo 25

Soobin comenzaba a aburrirse en aquella casa. A pesar de que esta era enorme y tenía un patio gigante, no le gustaba quedarse solo cuando Yeonjun tenía que irse de nuevo.

Se había acostumbrado, pero comenzaba a extrañar su antiguo hogar, ir a la escuela para ver a sus maestros y convivir con sus amigos.

Extrañaba mucho sus días en aquel lugar antes de venir a vivir aquí. Sin embargo, pasar el tiempo con su padre omega se había convertido en algo crucial para él, por eso ahora trataba de mantenerse pegado casi todo el tiempo, cuando no iba a sala de estudio, tenía que estar pegado a su padre.

—Papi — llamó su atención, JiMin alzó la cabeza para poder observar mejor a su hijo — ¿Podemos preparar una tarta de fresas? Ya no hemos hecho ninguno de tus postres y los extraño mucho.

El omega enterneció cuando vio a su pequeño hacer un puchero. Estaban sentados bajo la sombre de uno de los tantos árboles del patio, JiMin había extendido una manta y traído algunas almohadas para poder acostarse con su hijo. Ya habían tenido la compañía de Felix y de TaeHyung, este último parecía tener su alma de niño todavía.

Eso le hizo recordar lo que había hablado con YoonGi.

—Bueno... supongo que podemos intentarlo — murmuró el omega, sentándose de nuevo sobre la manta —. Pero necesitamos saber si están los ingredientes necesarios en la cocina.

—¡Sí! ¡Sí! — Soobin chilló dando aplausos —¿Podemos salir a comprarlos?

—Ah... Bueno, dudo que eso sea posible, pero les pediremos a alguien más que lo haga si no hay — le sonrió al menor, esperando tranquilizarlo un poco.

—¡Está bien! Entonces vamos a ver si alguien está en la cocina. — habló el niño, levantándose de su lugar para poder tomar la mano de JiMin.

El omega asintió mientras trataba de levantarse sin hacer mucho esfuerzo, aunque ya había comenzado a sentirse mejor, no quería volver a lo mismo por descuidarse. Trató de tomar a Soobin en sus brazos, pero temía cansarse rápidamente y tener que bajarlo. Además, su hijo estaba pidiendo ser abrazado.

—¿A dónde van?

Delante de ellos, a varios pasos de distancia, se encontraba YoonGi caminando a pasos tranquilos hasta ellos. JiMin sonrió cuando lo vio y una gran idea cruzó por su mente.

—Binnie, bebé. ¿Por qué no le pides a YoonGi que te cargue?— indicó el omega, viendo como su hijo miraba por cortos segundos al mayor y se sonrojaba.

—P-pero... ¿Y si me rechaza?— susurró bajito, con mucha pena de que el alfa lo escuchara.

Aunque claramente YoonGi ya lo había hecho, pero fingió no escucharlo para que su hijo no se sintiera cohibido.

—No lo hará, bebé. Confía en mí.

Soobin jugo con sus manitos con un poco de vergüenza, miró al alfa que estaba frente a ellos y alzó sus brazos en dirección a él.

—Señor YoonGi... ¿Puede cargarme?— preguntó con timidez, no quería ser rechazado o que el alfa simplemente no le hiciera caso.

El mayor sintió una emoción inexplicable recorrer su cuerpo, emocionado tanto como un niño por haber escuchado esas palabras viniendo de su hijo. Sin darle una respuesta, el pelinegro se inclinó para tomar al niño entre sus brazos y cargarlo con facilidad.

Soobin se aferró a los hombros del alfa cuando estuvo en su posición y le sonrió agradecido.

—No tienes que pedírmelo tan formalmente — le dijo el mayor —. Yo podría cargarte siempre que tu quieras.