Barcode era un estudiante de escuela secundaria, se encontraba cursando su último año y a días de su graduación.
Tenía el cabello castaño oscuro, al igual que sus ojos y la piel blanca tersa, sin duda un vivas y guapo joven de 18.
El parecía una persona común, pero su vida guardaba muchos misterios, que ni el mismo sabía que tenía, eran simples sospechas.
A días de su graduación decide salir a comprar algunas flores para regalárselas a alguno de sus compañeros, estaba buscando rosas de diferentes colores para darle una a cada uno de ellos.
Cuando buscó el color azul, supo que solo eran artificiales porque la rosas azules no existen en la naturaleza, le preguntó al florista si las vendía, dijo que si, y cuando se las mostró, claramente se podía ver que eran pintadas, y el buscaba algo no tan evidente, no quería que la ropa de sus amigos termine manchado de azul.
Buscó en otras tiendas, pero ninguno le convencía, algunas eran casi moradas, otras violetas, no le atinaban bien al tinte, o tenían el problema de manchar al tocarlas —¿Tan difícil es pintar la rosa? —Se preguntó algo decepcionado, ya que no encontró nada qe le gustara.
Cuando salió se dio cuenta que era muy tarde, todos estaban cerrando, se preocupo un poco porque debía alcanzar el ultimo autobús, así que decidió tomar un atajo.
Ya se encontraba cerca solo debía cruzar debajo del puente, no era tan iluminado porque estaba viejo y las personas no frecuentaban mucho ese camino, por ende, era raro escuchar algún ruido, justo antes de entrar fue cuando oyó una melodía.
—umm umm umm—
Dicha melodía provenía de un callejón, por un momento se cuestionó si debía desviarse de su camino ignorando su curiosidad, hasta que vio pétalos azules en el suelo.
Como si un camino de migajas de pan se tratase, este los siguió, ignorando su sentido de autoprotección, a medida que se acercaba podía escuchar esa melodía mas fuerte, pero cuando más se acercó la melodía se disipó y se halló frente una rejas gruesas. Las cuales parecía que la gente las trepaba para seguir el camino, pero su curiosidad terminaría allí, puesto que podía visualizar bien a través de ellas, a los lejos había personas peleando, y problemas era lo último que quería.
—Bueno yo mejor me largo de aquí—Lo dijo algo nervioso al darse cuenta que esas personas eran comunes.
Se trataba de una banda criminal, una que solo había visto en las noticias.
Barcode comenzó a retroceder silenciosamente para que no lo notaran, solo dio unos silenciosos pasos hacia atrás, hasta que su espalda chocó con algo.
Por el impacto supo que lo que estaba atrás suyo, era una persona, sobre todo lo confirmó cuando dijo:
—¿Acaso buscas la muerte? —
Sus alarmas se encendieron, al sentir un escalofrió por el cuerpo, el corazón le palpitaba frenéticamente, estaba metido en un gran problema, y ni siquiera se podía mover por el miedo.
—Sabes que las ratas fisgonas como tú siempre terminan— -crunch- hizo un ruido con su garganta, dando entender la muerte como su fin.
Barcode inmóvil y sin poder hablar solo pensaba —¿En qué maldito momento se me ocurrió venir aquí? —Se cuestionaba así mismo mientras repetía —Eres un tonto, tonto tonto— una y otra vez.
—haha Te comió la lengua un ratón ¿eh? - Pero si, en efecto, eres muy tonto niño.
Al escuchar eso al menor se le erizó la piel, como sabía lo que él estaba pensando —¿Acaso me leyó la mente? — se preguntó aterrado. A lo que el extraño respondió —No las leo, solo las escucho—
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MoonShine [JeffBarcode]
FanfictionUna Banda criminal toma la escuela de Barcode, un estudiante "común" cuando este creía que moriría al sentir una navaja amenazante rozando su cuello, escuchó un estruendo, vio como un tipo conocido como MoonShine acababa de matar a todos sin piedad...