Yoongi y Jimin han crecido juntos gracias a la amistad que los padres de ambos comparten.
Y Jimin tan sólo desea ser un fuerte alfa para cuidar a su lindo y tierno Yoongi hyung.
Aunque sus métodos sean un poco cuestionables.
Portada hecha por mi*
#1...
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Yoongi 20 años Jimin 17 años
El sudor en su frente caía a grandes gotas, Yoongi se bajó de sus piernas sonriendo viendo el estado de su pareja, tan lindo y a la vez tan sensual con esa mirada que hacía temblar sus piernas. Jimin sonreía, viendo satisfecho a su novio quien le regaló un tímido beso.
El gimnasio estaba vacío, por lo tanto el Omega puso a prueba a su querido novio obligandolo a hacer una sesión de 15 Hip Thrust estando el arriba de su pareja. No fue difícil para el alfa quien después de un año podía presumir de tener un buen cuerpo - ser adolescente tenía sus ventajas -.
Como fue previsto, logró alcanzar los 56 kilogramos en peso, mucho se debía a los horarios estrictos que tenía al comer, las vitaminas que tomaba y la buena alimentación que llevaba. Ser joven con un buen aparato digestivo le dió una gran ventaja para que en un año haya logrado subir 18 kilogramos de peso. Por ahora para la edad que tenía y para su estatura de 1,75 que presumía su peso seguía un poco bajo, sin embargo su meta hoy en día era subir la masa muscular y tanto Yoongi cómo la nutrióloga no podían estar más felices.
La nutrióloga por el gran beneficio físico y de salud que le daría esto a su paciente.
Y Yoongi porque por la diosa, ese hombre sería exquisito y solo suyo.
Volviendo al presente, Jimin toma del agua que se encuentra en su bote, Yoongi amaba asistir al gimnasio con su pareja no solo por los beneficios que adquirían ambos, sino por los buenos momentos que lograban compartir. Yoongi se siente orgulloso de su novio, porque a pesar que, durante todo el proceso de recuperación tuvo varias bajas emocionales, noches en dónde lloraba por sentirse insuficiente, días en dónde se sentaba a comer con él alentando a su alfa a comer, creando rutinas en dónde estaba al pendiente de su alimentación su pequeño novio salía adelante. Jimin podría estar agradecido con el hombre que tiene como pareja toda la vida, ese que hace unas semanas había logrado ingresar a la universidad en la carrera de leyes, ese que dejó sus sueños a un lado por cuidarlo y ese que hoy sigue recibiendolo con un beso y una sonrisa.
Porque solo la diosa sabe todo lo que sufrieron para llegar al día de hoy. Ambos estaban orgullosos de su contrario y sin duda, cada segundo había valido la pena.
— Yoongi hay que ir a casa, pronto se hará más tarde y no me gusta que estes a estas horas de la noche fuera.
— Extraño, realmente extraño cuando me decías hyung, ¿En qué momento te tomas tanta libertad niño? - con una sonrisa, el Omega se acercó a su alfa enredando sus manos en el cuello de quién por varios centímetros lo había pasado en altura, ahora él parecía el menor en la relación.
— en el momento en qué está linda marca adorna tu cuello mi amor - respondió Jimin, dejando un beso en sus labios y bajando lentamente depósito uno en la marca recién renovada esa mañana.
El sonrojo se apoderó de cada una de las facciones que el Omega posee, la marca rojiza en su blanquecino cuello que daba por entender que ese Omega ya había sido reclamado y que había un Alfa caminando a su lado por el resto de sus días.
